DOMINGO DE LA III SEMANA DE CUARESMA
ORACIÓN PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos. Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
DOMINGO DE LA III SEMANA DE CUARESMA
DE LA PRIMERA NEGACIÓN DE SAN PEDRO
1.- Pedro, pues, le seguía de lejos (1). ¿Le seguía? Era esta acción propia del amor. De lejos: del temor. Ya el temor había entibiado el fervor, y reducido a seguirle con flojedad. Aquí está el principio del mal. Tanto a la ruina te acercas, cuanto caes del fervor en el servicio divino. Cuanto más lentamente caminas, tanto más de ti se aparta Aquel a quien sigues. Cada día, pues, has de andar renovando tu espíritu.
2.- Estaba, pues, Pedro con ellos en pie, y calentándose (2). Pedro estaba fuera sentado (3). Repara el efecto de un lento seguir. 1º. Está en pie, y finalmente llega a tal estado, que deja la virtud comenzada. 2º. Está sentado, y como descansando en su propio cuerpo. 3º. Caliéntase; porque esta poseída el alma de un extremado frío, y queda casi helada apartándose de Dios ¿Por ventura estas cosas no estimulan al fervor del espíritu? Mas para fomentar esté, no te mezcles con la turba y compañeros que no gusten ni tengan trato con Dios. Pedro sea el que te muestre cuanto peligro hay en esto; porque al fin: El que ama el peligro perecerá en él (4).
3.- Y se llegó a Él una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús galileo. Pero él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices (5). ¿Tan malvado hombre es Jesús, que tenga por cosa indigna un apóstol el confesarle? Estando Pedro entre los demás Apóstoles confesó a Jesús por Hijo de Dios vivo: estando entre los malos disimula conocerle. Mira a lo que lleva la compañía y trato con los malos. Cayó Pedro a la voz de una criada. Por criada entiende los deleites de los sentidos. Cae torpemente el que da oídos a éstos. Acerca de esta verdad, pregúntate a ti mismo.
(1) Matth.,26. (2) Joan.,18. (3) Ibid. (4) Eccli., 24. (5) Matth.,26.
ORACIÓN PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS:
INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:
Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme.
- Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí.
- Jesús, calumniado y perseguido.
- Jesús, abandonado de los hombres y tentado.
- Jesús, entregado y vendido a vil precio.
- Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente.
- Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia.
- Jesús, abofeteado y burlado.
- Jesús, arrastrado con la soga al cuello.
- Jesús, azotado hasta la sangre.
- Jesús, pospuesto a Barrabas.
- Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión.
- Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo.
- Jesús, triste hasta la muerte.
- Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones.
- Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres.
- Jesús, abrumado de toda clase de dolores.
¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica.
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