Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 3.
Lectura bíblica del tercer día:
“Corona de los ancianos son sus nietos, y la gloria de sus hijos son sus padres” Proverbios 17, 6
Joaquín y Ana son dos nombres llenos de grandeza a los ojos de Dios, grandeza que se esconde en la sencillez y la humildad. Dos nombres con un sentido maravilloso y providencial.
Dios escogió a Joaquín y Ana para una obra tan admirable. Grandes tuvieron que ser aquellos dos corazones. Debían criar y educar a la que Dios escogería como Madre de su Hijo. Cuánta dulzura, bondad y hermosura había en aquellas almas. Pues habían sido destinados por Dios para ser los padres de una niña, “la llena de gracia”, “la bendita entre todas las mujeres”. Ella, María: “lugar alto donde habita Dios”.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 4.
Lectura bíblica del cuarto día:
“Y vestida de brocado, es llevada hasta el rey. Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían” Salmo 45, 15
Cuando María era una niña, sus padres la llevaron al templo de Jerusalén, para ser instruida respecto a la religión y a los deberes para con Dios. María recibió con alegría la perspectiva de dejar la casa paterna para irse a ese lugar austero y solemne, como si en ella, aún niña, palpitara la conciencia de cuál sería su destino. María vivió su infancia en el templo, entre oraciones, metida siempre en Dios. A su lado, todos se sentían a gusto. Su carácter era dulce y dócil, una anticipación de la espléndida joven que aceptaría sobre sí misma la misión que Dios le habría de proponer.
La presentación de María en el templo, expresa esa permanencia exclusiva de Nuestra Señora a Dios. La completa dedicación de su alma y su cuerpo al misterio de la salvación, que es el misterio del acercamiento del Creador a la creatura.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 5.
Lectura bíblica del quinto día:
“Yo te instruiré, te enseñaré el camino que debes seguir, con los ojos puestos en ti, seré tu consejero” Salmo 32, 8
María aprendía letras hebreas. Leía y meditaba con dulzura las divinas Escrituras, las cuales, con su alto y delicado ingenio, y con la luz soberana del cielo que el Señor le infundía, entendía perfectamente. Nunca estaba ociosa. Guardaba silencio; sus palabras era pocas y cuando eran necesarias, su humildad profundísima. La modestia, virginal, y todas las virtudes en su punto y perfección. Atraía los corazones de todos, porque más parecía una niña vestida de cielo, que criada acá en la tierra. Complemento con su formación espiritual, María aprendía los trabajos del hogar: preparación de alimentos, hilar y cuidado de la casa. Y las cualidades propias de las mujeres de su época: respeto, obediencia, ayuda y protección para con sus padres y familia, así como la solidaridad con sus conciudadanos.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 6.
Lectura bíblica del sexto día:
“Vivan en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, póngase a la altura de los más humildes. No presuman de sabios” Romanos 12, 16
Ya desde su infancia, Nuestra Señora nos invita a la humildad, a ese obrar tan solo por servir al prójimo, sin querer lucir, solo por amor. Eso hizo Ella desde que nació. Ninguno de sus contemporáneos se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Solo los ángeles del cielo hicieron fiesta.
En María, su piedad indica una clara pertenencia a Dios, en una intensa relación vivida desde lo más profundo de su corazón. En una permanente amistad con Dios, con una enorme capacidad para dirigirse a Él, con amor y sencillez. La piedad de María llenó su corazón de alegría, de entusiasmo, de generosidad.
Imaginarla una niña, del todo pura y sin pecado original, nos invita a un abandono y confianza en las manos de quién llegaría a ser Nuestra Madre y ser la Madre de Dios.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 7.
Lectura bíblica del séptimo día:
“No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes” Juan 15, 16
La Natividad de la Virgen es una excelente oportunidad para reflexionar sobre la propia vocación. Nos recuerda, sobre todo, que Dios nos ha elegido para una labor concreta desde toda la humanidad. Para conocer ese llamado personalísimo que Dios nos hace a cada uno, es indispensable fortalecer la vida interior. Sin oración, sin la fuerza de los sacramentos, será más difícil descubrir la vocación. Como María, nosotros debemos ser conscientes de que Dios quiere de cada uno algo en particular, y Ella nos recuerda que toda la vida es vocación y llamado.
La fiesta de la Natividad de Nuestra Señora es momento adecuado para revisar si estamos poniendo los medios necesarios para atender el llamado de Dios, si de verdad estamos haciendo su voluntad.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 8.
Lectura bíblica del octavo día:
“La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo” Romanos 10, 17
María es una bellísima hija del Espíritu Santo. Como Madre y modelo de la Iglesia, nos enseña a vivir de la fe, a ser discípulos de Jesús. La fe es una vida que se disfruta, es vivir como creatura, dejando que Dios sea Dios. Vivamos de la fe, como la vivió María desde el momento en que nació y durante toda su vida. Ella se dejó moldear, hacer, fue creatura nueva a los planes y proyectos de Dios.
Vivió cada día una relación de comunión e intimidad con el Padre, escuchando y acogiendo confiadamente su palabra, obedeciendo y haciendo su voluntad. Contemplando la obra que el Espíritu Santo hacía en Ella, disfrutando de su presencia que lo hace todo nuevo, viviendo en la gratuidad, y expresándose en alabanzas.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final...
DÍA 9.
Lectura bíblica del noveno día:
“Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para los hombres, se ha manifestado” Tito 2, 11
Celebramos con alegría el nacimiento de María. De ella salió el Sol de Justicia, Cristo, nuestro Dios.
Así como la aurora anuncia cada amanecer, la llegada de un nuevo día, así el nacimiento de la Madre de Dios es “esperanza y aurora de salvación”.
Desde el primer momento de su concepción, Dios la santificó de manera admirable, “llena de gracia”. Aunque ninguno de sus conciudadanos se diera cuenta, esta niña, todavía pequeña y frágil, era la mujer del primer anuncio de redención futura, la obra maestra de la creación, la más hermosa de sus creaturas, la puerta a través de la cual Dios hace entrada en esta tierra.
Pedir la gracia que se desea alcanzar en esta novena por la Natividad de la Santísima Virgen María...
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)