ORACIONES PARA LA COMUNIÓN


PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN FUERA DE LA MISA:
Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María, preparaste a tu Hijo digna morada, te rogamos, que así como por previsión de la muerte de tu mismo Hijo preservaste a nuestra Madre de toda mancha, así, por su intercesión, nos concedas llegar limpios a recibir a tu Hijo, Jesús, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Acto de fe:
Señor mío Jesucristo, yo creo firmemente que en la Hostia consagrada que voy a recibir está tu Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad. Lo creo porque Tú lo has dicho y porque me lo enseña la Iglesia.

Acto de gratitud:
Te doy gracias por todos los beneficios que me has hecho, especialmente por haberme perdonado mis pecados en la confesión y sobre todo porque quieres que te reciba en la comunión

Acto de Adoración:
Te adoro en este Sacramento y te reconozco por mi Creador, Redentor, Soberano, Dueño y sumo Bien.

Acto de esperanza:
Porque eres infinitamente bueno, espero que me habrás perdonado todos mis pecados y porque eres poderoso y misericordioso, espero que en esta comunión me darás todas las gracias que necesito para salvarme.

Acto de humildad:
¡Oh Señor! Cuando considero que mi cuerpo es tan miserable y mi alma ha sido tan pecadora y que Tú siendo Dios eterno y perfectísimo quieres venir a mi, me avergüenzo y humillado reconozco mi indignidad. Me acercaré a recibirte, aunque indigno de tal favor, solamente porque Tú así lo quieres.

Acto de contrición:
¡Señor! Detesto todos mis pecados que me hacen indigno de recibirte, perdónamelos una y mil veces, que propongo con Tu gracia no ofenderte más, huir de las ocasiones y hacer penitencia de mis culpas.

Acto de perdón:
Antes de acercarme a recibirte, quiero perdonar a todos los que me han ofendido, para que Tú me perdones. No quiero conservar odio ni rencor a mis prójimos y por amor a Ti, los perdono.

Acto de caridad y deseo:
Te amo, Jesús mío, porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado, pues eres mi Padre, mi Redentor y mi Dios. Deseo ardientemente recibirte en mi corazón; ven Señor y toma posesión de todo mi ser.

ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA MISA Y LA SAGRADA COMUNIÓN:

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me disteis, a vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que con esto me basta.
(San Ignacio de Loyola)

Miradme ¡oh, mi Amado y buen Jesús!, postrado en Vuestra Santísima presencia; os ruego con el mayor fervor imprimáis en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y propósito de jamás ofenderos, mientras que yo, con el amor y con tada la compasión de mi alma, voy considerando vuestras cinco llagas, teniendo presente lo que dijo de Vos, ¡ oh buen Jesús!, el santo Profeta David: "Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos".
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria y Credo; para ganar la Indulgencia Plenaria, rezar todos los viernes de Cuaresma esta oración, delante de un Crucifijo). 

ORACIÓN A CRISTO REY:
¡Oh Cristo Jesús, yo os reconozco por Rey universal!. Todo cuanto ha sido hecho, ha sido creado para Vos. Ejerced sobre mí todos vuestros derechos. Os renuevo mis promesas del bautismo, renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y os prometo vivir como buen cristiano. Y principalmente me comprometo a hacer triunfar según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.
Corazón divino de Jesús: yo os ofrezco mis pobres acciones, para obtener, que todos los corazones reconozcan vuestra realeza sagrada, y así el reino de vuestra paz se establezca por todo el universo. Así sea.
¡Viva Cristo Rey!


ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: 
María, Virgen y Madre santísima, he recibido a tu Hijo, Jesucristo, a quien concebiste en tu seno inmaculado, diste a luz, alimentaste y arrullaste en tu regazo. Ahora vengo ante ti, con él en mi corazón, para pedirte humildemente que me enseñes a amarlo como tú lo amas y para que sepa ofrecerlo, como tú, al Padre Eterno, por mis necesidades y las de todo el mundo. Intercede por mí, Madre llena de amor, para que obtenga yo el perdón de todos mis pecados, la gracia de servir a Cristo con mayor fidelidad, de ahora en adelante, y el don de la perseverancia final, para que pueda alabarlo en tu compañía, por los siglos de los siglos. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen Sagrada y bendita!. Amén. 

ORACIÓN AL ARCÁNGEL SAN MIGUEL DEL PAPA LEON XIII: 

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno
con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.


ORACIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA PARA DESPUÉS DE COMULGAR: 
Quédate, Señor, conmigo, porque es necesaria tu presencia para no olvidarte. Sabes cuán fácilmente te abandono.

Quédate, Señor, conmigo, pues soy débil y necesito tu fuerza para no caer muchas veces.

Quédate, Señor, conmigo, porque eres mi luz y sin ti estoy en tinieblas.

Quédate, Señor, conmigo, porque eres mi vida y sin ti pierdo el fervor.

Quédate, Señor, conmigo, para darme a conocer tu voluntad.

Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz y te siga.

Quédate, Señor, conmigo, pues deseo amarte mucho y estar siempre en tu compañía.

Quédate, Señor, conmigo, si quieres que te sea fiel.

Quédate, Señor, conmigo, porque por más pobre que sea mi alma, desea ser para ti un lugar de consuelo y un nido de amor.

Quédate, Jesús, conmigo, pues es tarde y el día se acaba… La vida pasa; la muerte, el juicio, la eternidad se acercan y es necesario recuperar mis fuerzas para no demorarme en el camino, y para ello te necesito. Ya es tarde y la muerte se acerca. Temo la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos – y te necesito mucho, Jesús mío, en esta noche de exilio.

Quédate, Jesús, conmigo, porque en esta noche de la vida, de peligros, necesito de ti. Haz que, como tus discípulos, te reconozca en la fracción del pan; que la comunión eucarística sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sustenta y la única alegría de mi corazón.

Quédate, Señor, conmigo, porque en la hora de la muerte quiero estar unido a ti; si no por la comunión, al menos por la gracia y por el amor.

Quédate, Jesús, conmigo; no pido consuelos divinos porque no los merezco, sino el don de tu presencia, ¡ah, sí, te lo pido!

Quédate, Señor, conmigo; sólo a ti te busco; tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque te amo y no pido otra recompensa sino amarte más. Con un amor firme, práctico, amarte de todo corazón en la tierra para seguirte amando perfectamente por toda la eternidad. Amén.


ORACIÓN LITÚRGICA DE VISPERAS:

VISPERAS: http://www.ibreviary.com/m2/breviario.php?s=vespri

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