PARA REZAR Y ENCUENTRO MENSUAL

PARA SER HIJO ESPIRITUAL DE PADRE PÍO DEBES REZAR CADA DÍA EL SANTO ROSARIO

EVANGELIO DE CADA DÍA AQUI:

LITURGIA DE LAS HORAS AQUI:

CANCIONERO GREGORIANO Y HOJAS ENCUENTRO MENSUAL ORACIÓN:

MISALITO TRADICIONAL:

ORACIÓN A PADRE PÍO POR LOS ENFERMOS:

San Pío de Pietrelcina ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante el Padre misericordioso por los que sufre.

Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo; Sostiene a quienes han perdido toda esperanza de curación; Consuela a quienes gritan o lloran por sus tremendos dolores; Protege a quienes no pueden atenderse o medicarse por falta de recursos materiales o ignorancia; Alienta a quienes no pueden reposar porque deben trabajar; Vigila a quienes buscan en la cama una posición menos dolorosa; Acompaña a quienes pasan las noches insomnes; Visita a quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos; Alumbra a quienes pasan una “noche oscura” y desesperan; Toca los miembros y músculos que han perdido la movilidad; Ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los atormentan; Apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran; Calma a quienes se estremecen por dolores y calambres; Concede paciencia, humildad y constancia a quienes se rehabilitan; Devuelve la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia; Disminuye los padecimientos de los más débiles y ancianos; Vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento; Guía a los moribundos al gozo eterno; Conduce a los que más lo necesitan al encuentro con Dios; Y bendice abundantemente a quienes lo asisten en su dolor, lo consuelan con angustia y los protegen con caridad. Amén.

ORACIÓN PARA DESPUÉS DE COMULGAR DE SAN PÍO:

Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para que Yo no te pueda olvidar. Tú sabes que tan fácilmente te abandono.

Quédate conmigo, Señor, porque Yo soy débil y necesito de tu fortaleza, para que no caiga tan frecuentemente.

Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida y sin Ti Yo estoy sin fervor.

Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz y sin ti yo estoy en la oscuridad.

Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.

Quédate conmigo, Señor, para que Yo pueda escuchar tu voz y seguirte.

Quédate conmigo, Señor, porque Yo deseo amarte mucho y siempre estar en tu compañía.

Quédate conmigo, Señor, si tú deseas que Yo sea fiel a ti.

Quédate conmigo, Señor, pobre como mi alma es, Yo deseo que sea un lugar de consolación para Ti, un nido de amor.

Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde y el día se está terminando, y la vida pasa. La muerte, el juicio y la eternidad se acercan. Es necesario renovar mi fortaleza, para que Yo no pare en el camino y por eso Yo te necesito.
Se está haciendo tarde y la muerte se aproxima, tengo miedo de la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos. O como te necesito, mi Jesús, en esta noche de exilio.

Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los peligros, Yo te necesito.
Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi corazón.

Quédate conmigo, Señor, porque a la hora de mi muerte, Yo quiero permanecer unido contigo, sino por la Comunión, por lo menos por la gracia y el amor.

Quédate conmigo, Señor, por que solamente eres tú a quien Yo busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque Yo te amo y te pido no otra recompensa que amarte más y más.
Con un amor firme, Yo te amaré con todo mi corazón mientras aquí en la tierra y continuaré amándote perfectamente durante toda la eternidad. Amén.


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