Por la señal +
Señor mío Jesucristo...
ORACIÓN PREPARATORIA:
Oh
Dios, que por medio del Corazón de Vuestro Hijo, herido por nuestras culpas, Os
dignáis, en Vuestra misericordia infinita, darnos los tesoros de Vuestro Amor; Os
pedimos nos concedáis que, al presentarle el devoto obsequio de nuestra piedad,
le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DEPRECACIONES:
- Oh preciosa herida abierta en el Sagrado Corazón para dar paso a las llamas de Vuestro inmenso amor, haced que el incendio de la caridad purifique nuestros corazones de la inmundicia del pecado Padrenuestro, Ave María y Gloria...
- Oh corona de espinas, qué atormentasteis al Corazón Sacratísimo con las puntas crueles de nuestros pecados, alcanzadnos un santo y sincero arrepentimiento de nuestras culpas. Padrenuestro, Ave María y Gloria...
- Oh Cruz plantada en el Corazón de Cristo, árbol frondoso alimentado con la Sangre Divina, signo de Vuestro ardiente deseo de ser crucificado, concedednos una entera resignación a los designios de la Providencia Padrenuestro, Ave María y Gloria...
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús:
Oh Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de amor, por mediación de vuestra Madre y Madre mía, la Santísima Virgen María, acepto muy gustoso el pacto que me proponéis de cuidar Vos de mí y de mis cosas y cuidar yo de Vos y de Vuestra gloria. Todo lo mío lo pongo en Vuestras manos, mi familia, negocios y ocupaciones todas; mi cuerpo con sus sentidos, salud y vida; mi alma con su potencia virtudes y méritos; mi propia salvación y santificación. Cuidad Vos de mi, yo en cambio cuidaré de Vos, de glorificaros cuanto pueda. Os prometo contribuir con comuniones, Misas, rosarios, oraciones y jaculatorias; con la paciencia en sufrir la cruces ordinarias de la vida; con el fiel cumplimiento de las obligaciones de mi estado; con obras de misericordia, con limosnas y sacrificios; con la propaganda, con el ejemplo, de palabra y por escrito, a daros toda gloria y reparación que me sea posible. Quiero extender por todo el mundo Vuestro reinado de Amor. Hacedme perfectísimo amante y apóstol de Vuestro Amantísimo Corazón. Amén.
Todo sea por Vos, Corazón Sacratísimo de Jesús.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío (3), porque creo en Vuestro amor para conmigo.
Ahora harás la CONSIDERACIÓN
de cada día... y terminarás con la oración final
ORACIÓN FINAL:
Oh
Señor Jesús Vuestros santos misterios infundan en nosotros un fervor divino,
con que, recibida la suavidad de Vuestro dulcísimo Corazón, aprendamos a
despreciar lo terreno y amar lo celestial. Vos que vivís y reináis por siglos
infinitos. Amén.
CONSIDERACIONES PARA
CADA DÍA:
Día 1. La
Cruz es el árbol en que quiso redimirnos Jesús. Quiso morir
con los brazos extendidos para abrazar a todos los hombres. Amemos a quien
tanto nos ha amado.
Día 2. La
Cruz es la escalera por la cual podemos subir al Cielo. Quien
pretenda salvarse por otro camino, se equivoca y va a su eterna ruina.
Abracémonos con la Cruz.
Día 3. La
Cruz es la balanza con que Jesús paga el precio de nuestro
rescate. Nuestros méritos son nulos; los de Jesús son infinitos. Confiemos en
Jesús Crucificado.
Día 4. La
Cruz es la espada con la cual venceremos a los enemigos de
nuestra salvación. Sin ella seremos vencidos. Sin Jesús nada podemos; con Él
podemos todo.
Día 5. La
Cruz es la palanca que, apoyándose en los méritos de Jesús,
nos da fuerzas para levantar la pesadez de nuestra naturaleza caída y elevarla
a lo sobrenatural.
Día 6. La
Cruz es el puente que, al atravesar el abismo de la muerte,
nos trasladará a las orillas ciertas y placenteras de una eternidad feliz. i Ay
del que no se vale de ella ¡
Día 7. La
Cruz es el martillo que aplastará un día a cuantos van contra
ella. De Dios nadie se burla. Ahora calla; pero vendrá un día en que hablará
y... Premiará o castigará.
Día 8. La
Cruz es la llave con que Jesús ha querido abrirnos las puertas
de la gloria y cerrarnos las del infierno. Llevémosla siempre sobre nuestro
pecho y tengámosla en la cabecera de nuestro lecho.
Día 9. La
Cruz es el áncora que nos salvará de las tempestades del mar
proceloso de este mundo y nos conducirá al puerto seguro de salvación. Sin ella
pereceremos infaliblemente.
Día 10. La
Cruz es el faro que ilumina nuestra inteligencia, nos habla
del infinito amor de un Dios y nos muestra el término de nuestra vida. Pensemos
en lo que nos espera.
Día 11. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es la blasfemia, o la proferida por
labios inmundos, o la declamada en la tribuna, o la impresa en el libro
herético o impío. iAborrezcámosla!
Día 12. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es la inmoralidad que a tantas
almas seduce y que se manifiesta en el hablar y vestir, en la playa y en los
espectáculos, en la novela y aún en el deporte. iAlerta con ella!
Día 13. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es la impiedad, el desprecio que
se hace de las cosas sagradas; la burla y el sarcasmo contra las mismas; la
negación de las verdades y doctrinas de Jesús.
Día 14. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es la profanación que se hace
impune y públicamente de los días del Señor; la omisión de la Santa Misa; el
convertir los días santos en días de pecado.
Día 15. Lanzada
contra el Corazón de Cristo son los odios que reinan hoy en el
mundo, tan contrario a Aquel que vino a enseñarnos las dulzuras de la divina
Caridad y amor entre todos.
Día 16. Lanzada
contra el Corazón de Cristo son las persecuciones que sufre la
Iglesia, salida del Costado del Divino Redentor, sobre todo los que sufre de
parte de las naciones anticristianas.
Día 17. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es el ateísmo materialista que
pretende hoy dominar el mundo, borrar de las inteligencias todo el orden
sobrenatural y sumirlo en el abismo de toda maldad.
Día 18. Lanzada
contra el Corazón de Cristo son los tantos sacrilegios como se
cometen contra todo lo más santo y sagrado y en la recepción de los santos
Sacramentos indignamente recibidos.
Día 19. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es el desconocimiento que reina de
la vida y doctrina de Jesús, aun por parte de muchos cristianos, que lo son
solamente de nombre, pero no en realidad.
Día 20. Lanzada
contra el Corazón de Cristo es la condenación eterna de tantos
hombres, que no han querido aprovecharse de la Divina Sangre, derramada para su
salvación.
Día 21. Espina
para el Corazón de Jesús es la falta de una fe viva por parte
de muchos que le aman y sirven, y le sirven casi a la fuerza y arrastrándose
más que caminando, en la vida espiritual.
Día 22. Espina
es la falta de conformidad con la voluntad de Dios, que hace
murmurar de la Divina Providencia, cuando las cosas no suceden según el propio
gusto o capricho.
Día 23. Espina
es la falta de caridad que tienen los pudientes con los
menesterosos. Siempre habrá pobres en el mundo; pero no habría de haber
miserables. Jesús impone la caridad como ley suya.
Día 24. Espina
es la falta de devoción que manifiestan muchos cristianos en
sus mismas oraciones; y las irreverencias que cometen en los templos con su
porte poco cristiano.
Día 25. Espina
es para el Corazón de Jesús la falta de paciencia y dominio propio de
muchos cristianos, que no saben sufrir la menor contrariedad sin quejarse o
incomodarse.
Día 26. Espina
es para el Corazón de Jesús la sobra de comodidades de
aquellos cristianos que se espantan al solo nombre del sacrificio y nada hacen
por amor de Jesús, que tanto sufrió por ellos.
Día 27. Espina
es la sobra de amor propio que domina en tantos corazones que
no pueden soportar el menor aviso o corrección, viviendo por otra parte llenos
de defectos.
Día 28. Espina
es la sobra de negligencia con que se hacen las cosas de Dios.
Mientras algunos son todo actividad y energía para las cosas puramente
temporales.
Día 29. Espina
es la sobra de frialdad, causa de que muchos cristianos, por otra
parte buenos, cometan muchos pecados veniales sin que traten de enmendarse de
ellos.
Día 30. Espina
es para el Corazón de Jesús ver la falta de cristianos en los
templos y la sobra de ellos en los centros de mundanas diversiones. El Corazón
de Jesús ama, y no es amado. ¿Qué haces tú?
Las Doce Promesas del Sagrado Corazón:
El 16 de junio de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:
* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
* Les daré paz a sus familias.
* Las consolaré en todas sus aflicciones.
* Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y particularmente a la hora de la muerte.
* Bendeciré abundantemente sus empresas.
* Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente inagotable de la Misericordia.
* Las almas tibias se harán fervorosas.
* Las almas fervorosas se elevarán con gran rapidez a gran perfección.
* Daré a los Sacerdotes la gracia de mover los corazones más endurecidos.
* Bendeciré las casas donde la imagen de Mi Corazón sea expuesta y honrada.
* Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
* Yo prometo, en la excesiva Misericordia de mi Corazón, que mi Amor Todopoderoso concederá a todos los que comulgaren los nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la penitencia final: No morirán en Mi desgracia, ni sin recibir los Sacramentos, haciéndose Mi Corazón su asilo seguro en aquella última hora.