viernes, 5 de agosto de 2022

LA TRANSVERBERACIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA


La tarde del 5 de agosto de 1918, el Padre Pío, estando en el confesionario confesando a los muchachos, recibió la gracia de la transverberación.
El 21 de agosto de ese mismo año le relataba por obediencia a su director espiritual lo siguiente:

"No soy capaz de describirle lo que tuvo lugar en este período de tan intenso martirio. Estaba confesando a nuestros muchachos la tarde del cinco, cuando de golpe me aterrorizó la vista de un personaje celeste, que se me presenta ante los ojos de la inteligencia. Tenía en la mano una especie de arnés, semejante a una larguísima lámina de hierro con una punta bien afilada, y parecía que de esa punta saliera fuego.

Ver todo esto y observar que dicho personaje arrojaba con toda violencia el dicho arnés en el alma, fue todo uno. Emití con dificultad un lamento, me sentía morir. Le dije al muchacho que se retirara porque me sentía mal y no tenía fuerzas para continuar.

Este martirio duró, sin interrupción, hasta la mañana del día siete. Lo que yo sufrí en este luctuoso período no sabría expresarlo. Veía que hasta las entrañas quedaban desgarradas y estiradas tras aquel arnés, y que todo era pasado a hierro y fuego. Desde aquel día yo estoy herido de muerte. Siento en lo más íntimo del alma una herida que está siempre abierta y que me tiene en ansias continuamente.

¿No es éste un nuevo castigo que me inflige la justicia divina? Juzgue usted cuánta verdad hay en esta afirmación y si no tengo todos los motivos para temer y vivir en una angustia extrema."

(21 de agosto de 1918, al P. Benedicto de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 1061)



El Padre Pío pensó que era un castigo divino, pero la respuesta de su director fue contundente: "Todo lo que ocurre en ti es efecto del amor, es prueba, es vocación a corredimir y, por tanto, es fuente de gloria."

A través de la transverberación del 5 de agosto de 1918 y días después en septiembre de ese mismo año, recibiendo los estigmas visibles, el Señor quiso asociar al Padre Pío a su Pasión, hasta el último día de su vida terrena. 
Él siempre correspondió a estas gracias por medio del misterio insondable de vida que fue su respuesta a la santidad, como cantamos en nuestro Himno cada mes.

Transverberación (del latín: transverberatĭo, que significa "traspasar"​) es una experiencia mística que ha sido descrito como un fenómeno en el cual la persona que logra una unión íntima con Dios, siente traspasado el corazón por un fuego sobrenatural. El ejemplo más conocido es de Santa Teresa de Jesús.

San Juan de la Cruz en Llama de amor viva, canción 2ª, habla de la merced del dardo, y todos los estudiosos coinciden que está hablando de Santa Teresa de Jesús, de cuyos labios puede haber escuchado esa gracia sufrida por ella. Reproducimos aquí el texto seleccionado:


"¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado."


Pocas almas llegan a tanto como esto, dice San Juan de la Cruz, "mas algunas han llegado, mayormente las de aquellos cuya virtud y espíritu se había de difundir en la sucesión de sus hijos, dando Dios la riqueza y valor a las cabezas en las primicias del espíritu según la mayor o menor sucesión que había de tener su doctrina y espíritu"


Padre Pío pasó ese 5 de agosto de 1918 a formar parte de esos otros muchos santos a los que Dios bendijo con este fenómeno místico, como: San Francisco de Asís, Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Jesús, Santa Teresita de Lisieux, San Felipe Neri, San Francisco de sales, entre otros.

Damos gracias a Dios por esta bendición para la Iglesia y pedimos a San Pio de Pietrelcina que ruegue por nosotros y por todos sus Grupos de Oración. 







jueves, 7 de julio de 2022

MES DE JULIO. NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

NOVENA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN

Por la señal, etc. Acto de contrición

ORACIÓN PREPARATORIA: 
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y de los pecadores, especial protectora de los que visten tu sagrado Escapulario! Te suplico por lo que Su Majestad te ha engrandecido, escogiéndote para verdadera Madre suya, me alcances de tu querido Hijo Jesús el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y lo que en esta Novena especialmente pido, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma: que yo Señora para conseguirlo me valgo de tu intercesión poderosa y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos para alabarte dignamente y uniendo con sus afectos mis voces te saludo una y mil veces diciendo: Dios te salve, María, etc. (se recitarán tres Avemarías) 
DIA PRIMERO:
¡Oh Virgen del Carmen María Santísima, que fuiste figurada en aquella Nubecilla que el grande Profeta de Dios Elías, vio levantarse del mar y que con su lluvia fecundó copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al mundo a tu querido Hijo Jesús para remedio universal de nuestras almas! Ruégote Señora me alcances de Su Majestad copiosas lluvias de auxilios para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, con que sirviéndote con perfección en esta vida, merezca gozarle en la eterna y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre, etc. (Ahora se levanta el corazón a Dios y se pide por intercesión de la Santísima Virgen del Carmen la gracia que se intenta conseguir en esta Novena)

V. Ruega por nosotros Santísima Virgen del Carmen.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN FINAL: Oh, Dios, que hermoseaste la Orden del Carmen con el título especial de la bienaventurada siempre Virgen María, tu Madre, concédenos benigno, que amparados con la protección de aquella cuya conmemoración celebramos, merezcamos llegar a los gozos eternos de la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

DÍA SEGUNDO:

¡Oh Virgen del Carmen María Santísima que por tu singular amor a los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándoles con las luces de tu enseñanza y ejemplo, de que dichosamente gozaron! Ruégote Señora, me asistas con especialidad, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús, luz para conocer mis culpas y llorarlas, lo que debo ejecutar para con toda perfección servirle y que mi trato y conversación sea siempre para su mayor honra, gloria y edificación de mis prójimos y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DÍA TERCERO:

¡Oh Virgen del Carmen María Santísima, que te dignaste a admitir piadosa con singular amor el obsequio de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los primeros que te dedicaron un templo en el Monte Carmelo donde concurrían fervorosos y devotos a darte culto y alabanza! Ruégote Señora, me alcances sea mi alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de virtudes, donde su Majestad habite siempre, de mí alabado, amado y adorado, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, etc.

DIA CUARTO:

¡Oh Virgen del Carmen María Santísima, que para mostrar tu especialísimo amor a los Carmelitas, los honraste con el dulce nombre de hijos y hermanos tuyos, alentando con este singular favor su confianza para buscar en Ti, como en amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus necesidades y aflicciones y empeñándoles el procurar imitar tus excelentes virtudes! Ruégote Señora me mires como amorosa Madre y me alcances le imite yo, de modo que dignamente goce el nombre de hijo tuyo y que mi nombre sea escrito en el libro de la predestinación con los de los hijos de Dios y hermanos de mi Señor Jesucristo y al presente consiga lo que por su intercesión especialmente le pido, que así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DÍA QUINTO: 

¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los Carmelitas tus hijos cuando se intentaba extinguir la Sagrada Religión del Carmen, mostrando el singular amor con que los amparas, mandaste al Sumo Pontífice Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su Instituto, dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu Hijo Jesús la repentina muerte con qué castigo a dos que especialmente la contradecían! Ruégote Señora, me defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo para que con quietud y paz me emplee siempre fervoroso en el servicio de Dios y tuyo y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DIA SEXTO:

¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del sagrado Escapulario vinculando en él tantas gracias y favores para los que devotamente le visten y cumpliendo con sus obligaciones procuran vivir mostrando que son tus hijos en imitar tus virtudes! Ruégote Señora, me alcances lo ejecute yo así siempre y señalándome en servirte con amoroso obsequio, merezca lograr los frutos de esta santa devoción y me muestre agradecido a favor tan singular y al presente consiga de la Majestad de Dios, lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DIA SEPTIMO:

¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima, que diste en tu santo Escapulario a los que devotamente lo visten un finísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros! Ruégote Señora, me sea mi defensa poderosa en esta mortal vida, para que en todas las tribulaciones y riesgos halle la seguridad y en las tentaciones salga con victoria logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo y al presente me alcances de tu bendito Hijo Jesús, lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DIA OCTAVO:

¡Oh Virgen del Carmen María Santísima, que ofreciste tu especial asistencia en la hora de la muerte a los que devotamente visten tu sagrado Escapulario, para que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de Dios y liberarse de las penas del infierno! Ruégote Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte y me alcances verdadera y perfecta penitencia y contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y deseo de verle y gozarle para que mi alma no te no se pierda ni condene, sino que vaya a segura a la felicidad eterna de la gloria y al presente consiga de Su Divina Majestad lo que en esta novena por tu intercesión especialmente le pido; que así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

DIA NOVENO:

¡Oh Virgen del Carmen María Santísima, que extendiendo tu amor a favorecer a los Carmelitas aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten tu santo Escapulario, consuelas sus almas cuando están en el Purgatorio y con tus ruegos consigues salgan de aquellas penas cuanto antes para ir a gozar de Dios en la gloria Ruégote Señora, me alcances de su Majestad cumpla yo con las obligaciones del cristiano y con la devoción de tu santo Escapulario de tal modo que logre este singularísimo favor y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido, que así Señora te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, etc.

sábado, 25 de junio de 2022

LA DEVOCIÓN DE PADRE PÍO A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Padre Pío a sus hijos espirituales les enseñaba a amar a María y saludarla en sus imágenes, diciéndoles: “Te saludo, oh María, saluda de mi parte a Jesús”. 

En sus cartas solía comenzar diciendo: “Jesús y María sean siempre con vosotros y con todos los que los aman con puro corazón."

“Que Jesús y María te conforten y te ayuden”. “Quisiera volar para decir a todas las criaturas que amen a Jesús y María”. “Que Jesús y María reinen en tu corazón y en tu familia”. “Que Jesús y María estén siempre con vosotros y os liberen de todo mal y os consuelen en todas vuestras aflicciones”.

En su habitación tenía una imagen grande de la Virgen que colgaba de la pared a los pies de su cama y mirándola, se dormía como un niño que espera el beso de su madre antes de dormir.

Según el padre Rosario da Aliminusa, el padre Pío era la personificación de la oración. Era un hombre de oración permanente. 

En los pasillos del convento siempre estaba con el rosario en la mano y por las noches, en que casi no dormía, las pasaba también rezando el rosario.

Afirma el padre Tarsicio Zullo que una vez le preguntó al padre Pío cuántos rosarios rezaba cada día y le dijo: Si las cosas van mal, unos 30 rosarios.

Dos días antes de morir, a quien le pedía que le dijera algo, respondía: Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten el rosario y recítenlo siempre y recítenlo cuanto más puedan

Una tarde, al ir a acostarse, no encontraba su rosario para rezarlo durante las horas de descanso. Entonces le pidió ayuda al padre Honorato, diciéndole: Dame el arma.

En una oportunidad lo visitó el obispo monseñor Pablo Corta con un oficial del ejercito. El obispo le pidió, bromeando, un billete de entrada al paraíso para el militar y el padre Pío, sonriente, le dijo: sí, sí, para entrar al paraíso es preciso contar con el billete de acceso a María Santísima. Le alargó un rosario y le dijo: Este es el billete para entrar en el paraíso, rézalo.

El padre Eusebio Notte manifestó: Una vez en que me encontraba en su celda con otros hermanos, sonó la campana para ir a rezar el rosario. Los otros hermanos fueron, pero yo me quedé.

Me preguntó por qué no iba y le respondí que aquel día me sentía dispensado, porque había rezado tres rosarios. Y él me dijo: “Yo he rezado cuarenta y si pudiera caminar, iría”

Cuando por parte de algunos católicos, e incluso sacerdotes, se ponían en duda algunos privilegios de la Virgen como su virginidad, su inmaculada concepción o su misión mediadora, el padre Pío sufría de verdad y expresaba su opinión de modo fuerte y rudo.

Cuatro días antes de su muerte le regalaron un arreglo floral por el 50 aniversario de sus llagas. Tomó una rosa y se la entregó a un hijo espiritual con el encargo de llevarla a la Virgen de Pompeya. Aquella rosa, a diferencia de otras, no se marchitó. 

El 23 de setiembre, día de su muerte, el prelado del santuario, monseñor Aurelio Signora, viéndola fresca y perfumada, la colocó entre los recuerdos más queridos del santuario.

A veces repetía: Quisiera tener una voz potente para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen. Pero como eso no está en mi poder, pediré a mi angelito a cumplir por mí ese oficio.

Del libro: Padre Pío estigmatizado del siglo XX. del P. Angel Peña O.A.R.

lunes, 20 de junio de 2022

MES DEL CORAZÓN DE JESUS

Mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.

Una devoción que ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia, y por ese Corazón se abrieron las puertas del cielo.

El 16 de junio de 1675, Jesús se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque, y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y del interior del mismo salía una cruz.

Santa Margarita escuchó al Señor decir: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio”. Jesús le  pidió a santa Margarita, que la fiesta de su Sagrado Corazón se celebre cada año el viernes siguiente a Corpus Christi, en preparación por la ingratitud de los hombres ante su sacrificio redentor en la Cruz.

Esta correspondencia de amor la demostraron los santos quienes siempre trataban a través de sus obras, palabras e incluso el mismo sufrimiento, unirse cada vez más a Jesús. 

Muchos santos como San Pío de Pietrelcina tuvieron especial devoción por el Sagrado Corazón de Jesús.

Santo Padre Pio de Pietrelcina es uno de los más grandes devotos del Sagrado Corazón de Jesús...Uno de los momentos cruciales de su Vida se trata de una de las primeras apariciones que tuvo de Jesús:

Francesco tiene cinco o seis años y es sorprendido en ruego en el pequeño templo del Burgo Castillo, cuando ve aparecer un extraño personaje cerca del altar.

Es el Sagrado Corazón de Jesús que lo mira colmado de cariño, haciéndole seña para que se acercase...

Francesco se dirige lentamente hacia de Él. Sus ojos inocentes y puros se encuentran con los de Jesús. Francesco se arrodilla delante, mientras que Jesús lo bendice poniéndole delicadamente su mano sobre la cabeza.

En este momento íntimo y conmovedor de su infancia, en su corazón es instalado el germen de aquella contemplación divina y puro Amor.

De ahora en adelante Francesco Forgione Vivirá Todo para Jesús.

El amor al Sacratísimo Corazón de Jesús que cultivó el Padre Pío fue inmenso. Su corazón palpitó siempre al unísono con el de Jesús, hasta «fundirse» con él.

El 18 de abril de 1912, el venerado Padre describió este fenómeno místico a su confesor, el padre Agustín de San Marco in Lamis: «Terminada la misa, me entretuve con Jesús para la acción de gracias. ¡Qué suave fue el coloquio que tuve con el paraíso aquella mañana! Fue tal que, aun queriendo decirlo todo, no lo conseguiría; sucedieron cosas que no es posible expresarlas en lenguaje humano sin que pierdan su sentido profundo y celestial. El Corazón de Jesús y el mío, permítame la expresión, se fundieron. No eran ya dos corazones que latían, sino uno solo. Mi corazón había desaparecido, como una gota de agua que se pierde en el mar. Jesús era el paraíso, el rey. La alegría en mí era tan intensa y profunda que no era capaz de más; las lágrimas más deliciosas me llenaban el rostro» (Epist. I,273).

En los momentos en los que el sufrimiento era en él más agudo, el Padre Pío saboreaba delicias indescriptibles que tenían, como única fuente, el Corazón Sacratísimo de Jesús.

En relación a esto, escribía al padre Benedicto de San Marco in Lamis: «Jesús no deja, de cuando en cuando, de endulzar mis sufrimientos de otro modo: hablándome al corazón. Oh sí, padre mío, ¡qué bueno es Jesús conmigo! Qué momentos tan preciosos son éstos; es una felicidad que no sé a qué compararla; es una felicidad que el Señor me hace gustar casi exclusivamente en los sufrimientos. En estos momentos, más que en ningún otro, todo lo del mundo me hastía y me pesa, nada deseo fuera de amar y sufrir. Sí, padre mío, también en medio de tantos sufrimientos soy feliz, porque me parece sentir que mi corazón palpita con el de Jesús» (Epist. I,197).

El 13 de agosto de 1912, viernes, en la iglesia, mientras la acción de gracias de la santa misa, el Padre Pío sintió que «le herían el corazón con un dardo de fuego tan vivo y ardiente» que creyó morir. Al comunicar este fenómeno al padre Agustín, escribió: «Me faltan las palabras apropiadas para hacerle comprender la intensidad de esta llama: soy absolutamente incapaz de expresarlo. ¿Me cree? El alma, víctima de estos consuelos, se vuelve muda. Me parecía que una fuerza invisible me sumergía totalmente en el fuego... Dios mío, ¡qué fuego!, ¡qué dulzura!» (Epist. I,300).

En el corazón del Padre Pío, mejor, «en una parte del mismo», se había formado una llaga mística que hizo prorrumpir en lamentos al afortunado enfermo: «¿Quién, entre los mortales, podrá imaginar hasta qué punto es profunda la herida que se me ha abierto en la parte del corazón?» (Epist. I,641).

Al venerado Padre, «enfermo de corazón», sólo le faltaba el «sello del amor»: la llaga física en el corazón. Y también se le concedió ésta, el mes de diciembre de 1918. El día 20 comunicó al padre Benedicto: «Desde hace unos días noto en mí algo parecido a una lanza de hierro que se alarga, en línea transversal, desde la parte baja del corazón hasta debajo de la espalda, en el lado derecho. Me produce un dolor agudísimo y no me deja un momento de descanso. ¿Qué es esto? (Epist. I,1106).

Era el fenómeno de la transverberación física de su corazón. La herida debió dividir en dos el corazón, de parte a parte, comenzando por la izquierda (abajo) y llegando hasta la derecha (arriba).

(Tomado de LA VIDA DEVOTA DEL PADRE PÍO, de Gerardo di Flumeri)

Quisiera terminar mencionando el gran amor con el cual el Padre Pío oraba por las personas. Muchísimas personas acudían a él pidiendo oraciones para que intercediera por ellos por alguna cosa concreta o para que se pudiera producir algún tipo de milagro. Y siempre que iba a interceder por alguien lo hacía a través de la oración conocida como la Novena eficaz del Sagrado Corazón de Jesús de Santa Margarita María de Alacoque a través de esta oración pronunciada por el Padre Pío, miles de personas experimentaron gracias impresionantes. 

A través de esta oración pidamos a Dios la gracia de amar, honrar y venerar al Sagrado Corazón de Jesús del cual solo brota amor para nosotros y que por intercesión del Padre Pío nuestra vida toda aspire a la unión con Jesús, para no querer sino lo que Él quiere, unión de amor, unión de corazón, de espíritu, de obra, uniéndonos a lo que Él hace en nosotros.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús:

I.- ¡Oh, Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá!”.

He aquí que, confiando en tus santas palabras, yo llamo, busco, y pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

II.- ¡Oh, Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás pasarán”

He ahí que yo, confiando en lo infalible de tus santas palabras pido la gracia……

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús,  en Vos confío.

III.- ¡Oh, Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, se les concederá”.

He ahí que yo, al Padre Eterno y en tu nombre pido la gracia…….

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús,  en Vos confío.

¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre, San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Amén.

sábado, 18 de junio de 2022

ENCUENTRO MENSUAL MES DE JUNIO

"Rezad mucho hijos míos, rezad siempre sin cansaros nunca, porque es justamente a la oración a la que yo encomiendo esta Obra querida por Dios". Santo Padre Pío.

Como miembro de Grupo de Oración de San pío, me comprometo con mi SI, unido al Si de Jesús y al Si de María a rezar en reparación de mis pecados y los del mundo entero, comprometiéndome a:
1.- Rezar cada día las oraciones de la mañana y de la noche
2.- Realizar 1 hora a la semana la Guardia de Honor a Jesús Sacramentado
3.- La comunión reparadora al Corazón de Jesús los primeros viernes de mes
3.- Acudir al encuentro de oración mensual donde en la presencia del Señor, de María de San José y de San Pío de Pietrelcina unamos nuestros corazones en una voz por nuestras intenciones de oración y las de todos los Grupos en unión con la Casa Alivio del Sufrimiento, obra del padre Pío.
4.- Acudir a la Eucaristía dominical, confesar frecuentemente y cumplir los deberes que manda la santa Madre Iglesia.
5.- Rezar el Santo Rosario cada día.

Este mes de junio, mes del Sagrado corazón de Jesús, hemos celebrado el 16 de junio el día de la caridad, el día del 20 aniversario de la canonización de san Pío, en nuestro encuentro mensual de oración y en la presencia de Jesús Sacramentado donde hemos orado con la certeza de que esta unión de oración será agradable a san Pío y logrará gracias y bendiciones para todos en unión a muchos Grupos de Oración. Hemos orado por el Papa, por la Iglesia, por los Grupos de Padre Pío, por Casa Alivio del Sufrimiento, sus enfermos, nuestros Sacerdotes Directores de grupo, por las Benditas Almas del purgatorio, por nuestras intenciones personales y de nuestras familias y en acción de gracias por tantos favores.

EXHORTACIÓN DE PADRE SELLAS: Padre Pío, qué, cómo, para qué

https://youtu.be/fANAfTvXep4

REZO DEL SANTO ROSARIO:

https://youtu.be/ypfeAqlMvgs

HOMILÍA DE LA MISA:

https://youtu.be/2dS93_WM0yQ

El próximo encuentro mensual de oración de julio será D.m. el día 28 de julio a las 6 de la tarde.

Preparemos desde ya nuestro corazón con nuestra oración diaria y allí le presentaremos un mes más al Señor nuestras necesidades, unidos en Su presencia.


lunes, 2 de mayo de 2022

2 DE MAYO DE 1999 BEATIFICACIÓN SAN PÍO DE PIETRELCINA

El 2 de mayo de 1999, la Plaza de San Pedro y Via della Conciliazione fueron insuficientes para contener el número de devotos que reservaron pase para la solemne Concelebración Eucarística de la Beatificación del Padre Pío de Pietrelcina.

Se organizaron otras dos celebraciones, paralelas a la del Papa, en la Iglesia de Santa Maria delle Grazie en San Giovanni Rotondo y en la Basílica de San Giovanni in Laterano.

El 2 de mayo de 1999, a las 9.30 horas en punto, un largo aplauso saludó la entrada del Papa Juan Pablo II.

Su modo de andar vacilante e inseguro, recordaba tanto al del Padre Pío...

Estaba visiblemente conmovido al ver que la Plaza de San Pedro y Via della Conciliazione estaban llenas,  como nunca se llenaron con él.

Había estado esperando este día durante años y su expresión reveló una emoción indescriptible.

La increíble multitud siguió aplaudiendo.

Juan Pablo II pronunció la fórmula para la beatificación.

Eran las 9:58 am del 2 de mayo de 1999. El Padre Pío fue beatificado.

Los fieles respondieron al unísono: "Amén, Aleluya". Mientras tanto, se levantó la tela que ocultaba el tapiz. En el centro del andamio, para la restauración de la fachada de la basílica, se descubrió la imagen del Beato Pío de Pietrelcina, con sus ojos profundos y serenos, su sonrisa recién esbozada, su expresión bonachona y paternal.

Fue un momento indescriptible. La plaza parecía haberse vuelto loca. Todos exultaban ondeando bufandas, gorros, banderas multicolores.

En las pantallas gigantes, en la plaza, se podían ver escenas similares provenientes de las otras dos celebraciones.

HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II EL DIA DE LA BEATIFICACIÓN:

https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/homilies/1999/documents/hf_jp-ii_hom_02051999_padre-pio.html

Fuente: sangiovannirotondofree.it

domingo, 1 de mayo de 2022

MES DE MARÍA

EJERCICIO DE LAS FLORES. MES DE MAYO.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Acto de contrición:

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas: me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas eternas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Bendita sea Tu pureza,

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza,

a Ti, celestial Princesa,

Virgen sagrada María

Te ofrezco desde este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

Oración

Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a Vuestra protección, implorando Vuestra asistencia y reclamando Vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vuestra presencia soberana.

No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas favorablemente. Amén.

Pidamos las gracias que deseemos alcanzar hoy por intercesión de nuestra Madre, María... Y para ello, la saludaremos con las avemarías y las jaculatorias siguientes:

Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acordaos de mí, miserable pecador. Avemaría.

Acueducto de las divinas gracias, concededme un verdadero arrepentimiento de mis pecados. Avemaría.

Reina de cielos y tierra, sed mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría.

Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcanzadme de vuestro Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría.

Abogada y refugio de los pecadores, asistidme en el trance de mi muerte y abridme las puertas del cielo. Avemaría.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final: ¡Oh, Señora mía! ¡oh, Madre mía! Yo me ofrezco del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto Os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo Vuestro/a, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión Vuestra. Amén.

Madre, aquí tenéis a vuestro hijo/a. (3 veces)

En Vos, Madre mía dulcísima, he puesto toda mi confianza y nunca jamás seré confundido. Amén.

CONSIDERACIONES PARA CADA DÍA DEL MES:

Día 1 María fue predestinada para ser Madre de Dios. 

Yo he sido creado para salvar mi alma. 
Pensaré hoy un minuto: ¿me salvaré con la vida que actualmente llevo?

Día 2 María fue Inmaculada
Yo estoy lleno de malas inclinaciones.
¿procuro resistir a ellas? ¿soy víctima de alguna pasión?

Día 3 María fue llena de gracia.
¿Estoy yo en gracia de Dios?
¿hay en mi conciencia algún pecado que me cause remordimiento?

Día 4 María fue nuestra Corredentora.
Yo soy cristiano,
pero, ¿corresponden mis obras a la dignidad de cristiano y redimido por Jesús y María?

Día 5 María fue Santa y Santísima.
Yo soy un pobre pecador, aunque esta afirmación repugne a mi amor propio.
Lo reconozco y me humillo ante Dios.

Día 6 María hace las paces entre Dios ofendido y el hombre pecador.
Debo ser agradecido por ello.
Si hoy muriese, ¿sería Jesús mi Hermano o mi Juez?

Día 7 María nos ama, porque sabe que nos ama Dios.
Muchas veces digo que amo a María.
Pero si la amo, ¿por qué peco?

Día 8 María es Madre de Dios.
Esta dignidad, casi infinita, la coloca por encima de todos los Ángeles y Santos. Grande es por tanto su poder.
¿La invoco y la venero debidamente?

Día 9 María es Madre nuestra
Así lo quiso Jesús al expirar en la cruz. Ella nos ama como a hijos suyos.
¿Soy yo digno de tal Madre?

Día 10 María es modelo de toda virtud
¿Pueden los demás edificarse con mis buenos ejemplos?. Si no la imito, ¿Cómo puedo decir que la amo?

Día 11 María era piadosa y devota
¿cumplo yo mis prácticas cristianas? ¿las dejo por respetos humanos o por motivos vanos?

Día 12 María era amable y respetuosa con todos
¿Cómo me porto con los de mi familia? ¿me hago repulsivo con mi mal genio reprimido?

Día 13 María era digna de toda veneración.
¿Procuro yo hacerme respetar con el cumplimiento exacto de mis deberes familiares y sociales?

Día 14 María, como su divino Hijo, hacía bien a todos.
Era la gran Bienhechora.
¿Procuro hacer bien a los demás? ¿doy limosna a los necesitados?

Día 15 María es la Reina de cielos y tierra, porque es Madre de Dios. Inmenso es su poder. Yo también, con su auxilio seré poderoso para vencer las tentaciones, por fuertes que éstas sean.

Día 16 María es nuestra abogada
Ella intercede por nosotros. ¿quién no confiará en Ella? ¿Qué podemos temer con tal intercesora?. Acudamos a Ella confiadamente.

Día 17 María es misericordiosa.
Se compadece de nuestras miserias; y tanto más se compadece cuando mayores son las miserias de los que la invocan.

Día 18 María es refugio de pecadores. 
¿quién más miserable que el que está en pecado? ¿quién más digno de compasión que el que está en peligro cierto de caer en el infierno?

Día 19 María era humilde.
Con su ejemplo nos enseña a reprimir los ímpetus de nuestro orgullo. ¿Eres de aquellos que se hacen antipáticos por su soberbia?

Día 20 María era casta y pura.
Su vida contrasta radicalmente con la depravación de costumbres de nuestros días. ¿Te afea alguna salpicadura de vicio impuro?

Día 21 María era pobre,
a pesar de ser descendiente de reyes. ¿Tienes apegado el corazón al dinero? ¡cuántos imitan a Judas por un puñado de oro que tendrán que dejar un día!

Día 22 María guardó fidelidad 
a Dios y a los hombres. Guarda tú perfecta fidelidad en tu estado, en tu profesión y oficio. Que la conciencia no tenga que reprocharte nada.

Día 23 María era pacífica. 
Hay caracteres que ni tienen paz consigo mismos ni la dejan tener a otros. ¡Qué poco imitan esos tales la paz y la tranquilidad que reinaba en la casa de Nazaret!

Día 24 María era modesta,
y todos cuantos la miraban se sentían mejorados en su espíritu. La falta de modestia sólo puede agradar a los seres moralmente degenerados.

Día 25 María padeció mucho.
Ella sí que sabe lo que es padecer. Y te enseña también a saber sufrir las penas de esta vida con resignación y paciencia.

Día 26 María es nuestra defensa
contra todos los ataques de nuestros enemigos espirituales, contra todos los incentivos del mundo, contra toda tentación.

Día 27 María es estrella del mar
porque nos guía en nuestras dudas y peligros. ¡Dichoso quien pone su salvación en manos de María!

Día 28 María es ciudad de refugio, 
a quien podemos acudir para librarnos de la justa indignación de Dios a causa de los pecados cometidos. Encomendémonos a Ella.

Día 29 María será nuestra consoladora
en la hora de nuestra última agonía y no dejará perecer a ninguno de sus devotos. ¡Qué confianza ha de inspirarnos Ella!

Día 30 María es la puerta del Cielo.
Por Ella entraremos en la posesión de nuestra eterna felicidad. ¡qué seguridad es entrar en el Cielo acompañados de María!

Día 31 María es Medianera de todas las gracias. 
Dios pudo concedernos sus gracias sin María; pero ha determinado no concederlas sino por su intercesión. Pidámoslo todo por Ella.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

Dulce Corazón de María, sed la salvación mía.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

La Virgen María ha prometido a muchos santos que quién rece diariamente tres Avemarías tendrá su auxilio durante la vida y muy especialmente en la hora de la muerte para morir en la amistad de Dios.

La Iglesia ha recomendado siempre el rezo de las tres Avemarías como medio eficacísimo de asegurar nuestra salvación.




jueves, 7 de abril de 2022

9 NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS DE CUENCA.

DIA NOVENO 

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor Mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa el corazón de haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. 

Por vuestra Madre muy afligida, con tantos penetrantes cuchillos en su Corazón, como se ha cometido culpas contra Vos, perdonadme Señor ; que yo espero en vuestra infinita misericordia, que por sus Dolores Santísimos me habéis de admitir a vuestra gracia, y me la habéis de dar para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio y en el de vuestra Madre Dolorosísima y mi Señora hasta la muerte. AMEN.

ORACIÓN:

Dolorosísima y purísima Virgen María, Madre del mejor Hijo y la más afligida de todas las Madres del Mundo, postrándome a vuestros pies, os ruego humildemente, Señora, que si este favor que pido ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma, me la alcances de su Divina piedad; y si no, que se haga en todo su Santísima voluntad.

Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi Señora, que ya queda vuestro Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, sepultado y vos Señora volvéis sola sin la luz de vuestros ojos y sin vida de vuestro Corazón. Todos los espíritus del cielo os acompañen, oh María Dolorosísima, que a mi me pesa de haberos dado tantos quebrantos con mis culpas. Yo he sido, madre Amantísima, el malhechor; yo, el cruel homicida; yo, con ellas he quitado la vida a vuestro Hijo dulcísimo. A vuestros pies me postro para que me valga toda vuestra piedad, aún habiendo sido tan cruel para vos, en vuestra suma misericordia confío, para esperar por los dolores mismos que yo os he ocasionado, el perdón que no merezco. Propongo Señora y Madre mía afligidísima, firmemente la enmienda y empezar nueva vida, para que me valga vuestra intercesión, y por ella, lograr de vuestra compañía la eterna felicidad por este favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria Suya y bien de mi alma. AMEN.

Aquí se rezan siete Ave María con Gloria Patri en reverencia de los siete mayores Dolores que entre los innumerables suyos mientras la vida y pasión de su Hijo tuvo la Santísima Madre, y prosigue .

Soberana Virgen María y mi Amantísima Madre y de todos los pecadores, que tenéis en el Ara de la Cruz a vuestro Unigénito Hijo: Ofrecedle al Eterno Padre en agradable sacrificio para el remedio de los hombres y satisfacción entera y superabundante de sus culpas y pedidle, Señora, que mire a su Hijo Crucificado, y a vos, Amantísima Madre suya, y convierta a los no creyentes y los traiga al seno de la Iglesia.

Aquí hará cada uno su súplica con toda confianza y después:

Señor mío Jesucristo Crucificado, no permitáis que se condene alguna alma, pues nos pusisteis debajo del amparo y protección de vuestra Madre Amantísima, como hijos de sus Dolores, nacidos entre sus lágrimas; principalmente, Señor, los que estamos juntos haciendo esta su santa Novena, en agradecido recuerdo de sus Dolores, y esclavos suyos, señalados con sus lágrimas y bañados con vuestra Sangre, para que en la hora de nuestra muerte nos recibáis como hijos suyos, AMEN.

Salúdense Las Santísimas Llagas:

A LA DEL PIE IZQUIERDO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todos mis pasos y movimientos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL PIE DERECHO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todas mis acciones y palabras.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DE LA MANO IZQUIERDA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con mi vista y demás sentidos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA MANO DERECHA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con el mal empleo de mi memoria, entendimiento y voluntad.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL SANTÍSIMO COSTADO:
Salúdote oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, os pido, Señor por ella que, así como fue herido vuestro Corazón con el hierro de la Lanza, y el de vuestra Madre Dolorosísima con el cuchillo de su Dolor, así penetren el mío vuestras soberanas luces para siempre amaros y nunca más ofenderos, queriendo antes morir que pecar, Amén.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO JAVIER:

Dios de mi corazón y mi Señor Jesucristo, por las cinco Llagas que en la Cruz, y por las innumerables que en la Pasión os imprimió nuestro amor, os pedimos que, según vuestra misericordia, favorezcáis a los que redimisteis con vuestra preciosa Sangre y nos conduzcáis a la vida eterna. AMEN.

miércoles, 6 de abril de 2022

8 NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS DE CUENCA.

DIA OCTAVO

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor Mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa el corazón de haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. 

Por vuestra Madre muy afligida, con tantos penetrantes cuchillos en su Corazón, como se ha cometido culpas contra Vos, perdonadme Señor ; que yo espero en vuestra infinita misericordia, que por sus Dolores Santísimos me habéis de admitir a vuestra gracia, y me la habéis de dar para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio y en el de vuestra Madre Dolorosísima y mi Señora hasta la muerte. AMEN.

ORACIÓN:

Dolorosísima y purísima Virgen María, Madre del mejor Hijo y la más afligida de todas las Madres del Mundo, postrándome a vuestros pies, os ruego humildemente, Señora, que si este favor que pido ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma, me la alcances de su Divina piedad; y si no, que se haga en todo su Santísima voluntad.

Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi Señora, que anegada en lágrimas con ellas lavasteis el Cuerpo tan afeado de tu unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, le aplicaste su Divino Rostro a tu Rostro Purísimo, le ungiste y amortajaste para conducirle al sepulcro, donde con Él dejaste tu amantísimo Corazón. Dadme Señora licencia para que yo vaya como criado, el más humilde de tu familia, acompañando el entierro de mi Señor y para que nunca aparte de su sepulcro, el dolor de mis culpas que le han puesto en él  y alcanzadme de Su bondad el favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria Suya y bien de mi alma. AMEN.

Aquí se rezan siete Ave María con Gloria Patri en reverencia de los siete mayores Dolores que entre los innumerables suyos mientras la vida y pasión de su Hijo tuvo la Santísima Madre, y prosigue .

Soberana Virgen María y mi Amantísima Madre y de todos los pecadores, que tenéis en el Ara de la Cruz a vuestro Unigénito Hijo: Ofrecedle al Eterno Padre en agradable sacrificio para el remedio de los hombres y satisfacción entera y superabundante de sus culpas y pedidle, Señora, que mire a su Hijo Crucificado, y a vos, Amantísima Madre suya, y convierta a los no creyentes y los traiga al seno de la Iglesia.

Aquí hará cada uno su súplica con toda confianza y después:

Señor mío Jesucristo Crucificado, no permitáis que se condene alguna alma, pues nos pusisteis debajo del amparo y protección de vuestra Madre Amantísima, como hijos de sus Dolores, nacidos entre sus lágrimas; principalmente, Señor, los que estamos juntos haciendo esta su santa Novena, en agradecido recuerdo de sus Dolores, y esclavos suyos, señalados con sus lágrimas y bañados con vuestra Sangre, para que en la hora de nuestra muerte nos recibáis como hijos suyos, AMEN.

Salúdense Las Santísimas Llagas:

A LA DEL PIE IZQUIERDO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todos mis pasos y movimientos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL PIE DERECHO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todas mis acciones y palabras.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DE LA MANO IZQUIERDA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con mi vista y demás sentidos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA MANO DERECHA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con el mal empleo de mi memoria, entendimiento y voluntad.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL SANTÍSIMO COSTADO:
Salúdote oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, os pido, Señor por ella que, así como fue herido vuestro Corazón con el hierro de la Lanza, y el de vuestra Madre Dolorosísima con el cuchillo de su Dolor, así penetren el mío vuestras soberanas luces para siempre amaros y nunca más ofenderos, queriendo antes morir que pecar, Amén.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO JAVIER:

Dios de mi corazón y mi Señor Jesucristo, por las cinco Llagas que en la Cruz, y por las innumerables que en la Pasión os imprimió nuestro amor, os pedimos que, según vuestra misericordia, favorezcáis a los que redimisteis con vuestra preciosa Sangre y nos conduzcáis a la vida eterna. AMEN.

martes, 5 de abril de 2022

7 NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

NOVENA A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS DE CUENCA.

DIA SÉPTIMO 

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor Mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa el corazón de haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. 

Por vuestra Madre muy afligida, con tantos penetrantes cuchillos en su Corazón, como se ha cometido culpas contra Vos, perdonadme Señor ; que yo espero en vuestra infinita misericordia, que por sus Dolores Santísimos me habéis de admitir a vuestra gracia, y me la habéis de dar para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio y en el de vuestra Madre Dolorosísima y mi Señora hasta la muerte. AMEN.

ORACIÓN:

Dolorosísima y purísima Virgen María, Madre del mejor Hijo y la más afligida de todas las Madres del Mundo, postrándome a vuestros pies, os ruego humildemente, Señora, que si este favor que pido ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma, me la alcances de su Divina piedad; y si no, que se haga en todo su Santísima voluntad.

Tristísima y Dolorosísima Virgen María, mi Señora que después de haber adorado y besado la corona de espinas y los clavos de vuestro Hijo, recibisteis en vuestros delicados brazos su Santísimo Cuerpo, mirad Señora Dolorosísima esas heridas que abrió la crueldad, mirad esa Sangre que cuajó el aire, mirad ese Cuerpo que formó el Espíritu Santo ya tan desfigurado; regadlo Señora mía con vuestras lágrimas y compadeceos de mi, miserable pecador para que arrepentido de haberos ocasionado tanto dolor y haber puesto así a vuestro Hijo y mi Señor, se deshaga mi corazón en llanto y alcanzadme este favor que os pido, si ha de ser para mayor gloria Suya y bien de mi alma. AMEN.

Aquí se rezan siete Ave María con Gloria Patri en reverencia de los siete mayores Dolores que entre los innumerables suyos mientras la vida y pasión de su Hijo tuvo la Santísima Madre, y prosigue .

Soberana Virgen María y mi Amantísima Madre y de todos los pecadores, que tenéis en el Ara de la Cruz a vuestro Unigénito Hijo: Ofrecedle al Eterno Padre en agradable sacrificio para el remedio de los hombres y satisfacción entera y superabundante de sus culpas y pedidle, Señora, que mire a su Hijo Crucificado, y a vos, Amantísima Madre suya, y convierta a los no creyentes y los traiga al seno de la Iglesia.

Aquí hará cada uno su súplica con toda confianza y después:

Señor mío Jesucristo Crucificado, no permitáis que se condene alguna alma, pues nos pusisteis debajo del amparo y protección de vuestra Madre Amantísima, como hijos de sus Dolores, nacidos entre sus lágrimas; principalmente, Señor, los que estamos juntos haciendo esta su santa Novena, en agradecido recuerdo de sus Dolores, y esclavos suyos, señalados con sus lágrimas y bañados con vuestra Sangre, para que en la hora de nuestra muerte nos recibáis como hijos suyos, AMEN.

Salúdense Las Santísimas Llagas:

A LA DEL PIE IZQUIERDO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todos mis pasos y movimientos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL PIE DERECHO:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con todas mis acciones y palabras.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DE LA MANO IZQUIERDA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con mi vista y demás sentidos.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA MANO DERECHA:
Salúdote, oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, y os pido, Señor, por ella me perdonéis cuanto os he ofendido con el mal empleo de mi memoria, entendimiento y voluntad.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

A LA DEL SANTÍSIMO COSTADO:
Salúdote oh Santísima Llaga de mi Señor Jesucristo, os pido, Señor por ella que, así como fue herido vuestro Corazón con el hierro de la Lanza, y el de vuestra Madre Dolorosísima con el cuchillo de su Dolor, así penetren el mío vuestras soberanas luces para siempre amaros y nunca más ofenderos, queriendo antes morir que pecar, Amén.
Padre Nuestro y Gloria al Padre.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO JAVIER:

Dios de mi corazón y mi Señor Jesucristo, por las cinco Llagas que en la Cruz, y por las innumerables que en la Pasión os imprimió nuestro amor, os pedimos que, según vuestra misericordia, favorezcáis a los que redimisteis con vuestra preciosa Sangre y nos conduzcáis a la vida eterna. AMEN.