domingo, 22 de septiembre de 2024

VIGILIA POR LA FIESTA DE SAN PÍO DE PIETRELCINA

Vigilia por la fiesta litúrgica de San Pío de Pietrelcina. 23 de septiembre de 2024 

Peregrinos de la esperanza 

Su última Misa

Canto de inicio 

Exposición del Santísimo Sacramento 

Momento de adoración silenciosa 

INTRODUCCIÓN 

Sacerdote: Hermanos y hermanas, La Vigilia de oración de este año nos introduce en el camino que haremos para celebrar el Jubileo del 2025. El Santo Padre, el Papa Francisco, nos ha invitado a vivir la peregrinación como camino de esperanza. Ir a Jerusalén para el piadoso judío que iba al templo, era desear un encuentro con el Señor a través de los lugares que hablaban de él. Escucharemos un pasaje en el que el Padre Pío habla de la peregrinación a Asís, en la iglesia de la Porciúncula; también nos recuerda que los lugares sagrados para la cristiandad, no son solo piedras o museos con obras maestras, sino templos en los que recordar la fe de quienes nos han precedido y compartirla juntos. La peregrinación se convierte en esperanza si consideramos que cada uno de nosotros es templo de Dios, estamos llamados a encontrar a Dios en nuestro camino interior y en la apertura a los demás llena de caridad. 

(Se puede cantar una canción que invoque el Espíritu de la paz o una canción que elogie la paz.)

Sac.: Señor, paz nuestra, ven y renueva nuestros corazones

Todos: Kyrie eleison 

Sac.: Cristo Jesús que te inmolaste como víctima de la reconciliación, ven y danos la salvación 

Todos: Christe eleison 

Sac.: Señor Jesús, que después de tu resurrección te presentaste ante los apóstoles, haznos vivir en la paz por la que moriste y resucitaste. 

Todos: Kyrie eleison 

Oremos; Oh Dios, que enviaste a tu Hijo para cumplir tu promesa de salvación, haznos discípulos de su Palabra, para que nuestro corazón sea siempre dócil a sus enseñanzas y madure en nosotros un espíritu de fortaleza y perseverancia. 

Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. 

LITURGIA DE LA PALABRA 

Del libro de Tobias (1, 3-20) 

Yo, Tobit, seguí los caminos de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida. Hice muchas limosnas a mis hermanos y a mis compatriotas deportados conmigo a Nínive, en el país de los Asirios.Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la tierra de Israel, toda la tribu de mi antepasado Neftalí se había separado de la casa de David y de Jerusalén, la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y consagrado para todas las generaciones futuras el Templo en el que habita Dios.Todos mis hermanos y la familia de Neftalí, ofrecían sacrificio sobre todas las montañas de Galilea al ternero que Jeroboam, rey de Israel, había hecho en Dan. Muchas veces yo era el único que iba en peregrinación a Jerusalén, conforme a la prescripción que obliga para siempre a todo Israel. Me apresuraba a llevar a Jerusalén las primicias de los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la esquila de las ovejas. Entregaba todo eso a los sacerdotes, hijos de Aarón, para los sacrificios del altar. A los levitas que cumplían sus funciones en Jerusalén, les entregaba el diezmo del vino y del trigo, del olivo, de las granadas y de los otros frutos (...). En tiempos de Salmanasar, yo hacía muchas limosnas a mis compatriotas, Daba mi pan a los hambrientos, vestía a los que estaban desnudos y enterraba a mis compatriotas, cuando veía que sus cadáveres eran arrojados por encima de las murallas de Nínive (.....). Un ninivita informó al rey que era yo el que los enterraba clandestinamente. Cuando supe que el rey estaba informado de eso y que me buscaba para matarme, tuve miedo y me escapé. Todos mis bienes fueron embargados y confiscados para el tesoro real: no me quedó nada, excepto mi esposa Ana y mi hijo Tobías. 

Palabra de Dios 

Te alabamos Señor. 

Salmo 122 Caminaré hacia tu templo, Señor mi Dios 

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la Casa del Señor»! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén, que fuiste construida como ciudad bien compacta y armoniosa. Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según es norma en Israel para celebrar el nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. Auguren la paz a Jerusalén: «¡Vivan seguros los que te aman! ¡Haya paz en tus muros y seguridad en tus palacios!». Por amor a mis hermanos y amigos, diré: «La paz esté contigo». Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad.... 

Aleluya Aleluya 

Iré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi juventud. Aleluya. 

Del Evangelio segun San Juan (2,13-25) 

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio». Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?». Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar». Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado. Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: él sabía lo que hay en el interior del hombre.

Palabra de Dios 

Gloria a Ti Señor Jesús 

De una carta de Padre Pío a Graziella Panullo [A Graziella Panullo, San Giovanni Rotondo el 30 de diciembre de 1921, Epist. III, 1088] 

Espero que no esté lejos el día en que goces de una alegría de cielo, marchando a Asís, la ciudad toda franciscana, monumento elocuente del gran amor y de la infinita caridad del S. Padre S. Francisco. Sí, me auguro que un día no lejano me llegará la noticia de que te has arrodillado allí, en el pequeño y devoto templo de la Santa Porciúncula, ennegrecida por el paso de los años, donde, como cuenta la buena admiradora de la obra franciscana, la señora Henrion, los besos de los penitentes, a través de siete siglos de religiosa admiración, lo han pulido, como el mármol y el alabastro las toscas paredes. ¡Cómo late el corazón del memorioso peregrino que se detiene allí para orar con fervor! Cada oscuro ladrillo recoge la historia de miles y miles de almas que, en confiado abandono, han apoyado la cabeza y con ella las angustias de la vida. El peregrino se arrodilla allí instintivamente; y, en el silencio divino, siente que aletea sobre él como una bendición suavísima. Y la infinita y dulce plegaria resuena y pasa desde hace siglos y pasará por los siglos: plegarias encendidas de amor de los santos, holocaustos de víctimas puras, lágrimas de redimidos. ¡Oh!, ¡qué grande y dulce es, en la Iglesia de Jesús, el dogma de la comunión de los santos! Ésta es en verdad la puerta de la vida eterna, como está escrito en el frontispicio del pequeño y devoto templo de la Porciúncula. 

Canto de adoración.

Momento de adoración personal y meditación.

Sac.: Hermanos y hermanas, siguiendo las enseñanzas del Padre Pío, unámonos en silencio y meditemos también la Palabra que nos ha sido confiada. Es aconsejable permanecer en silencio y adoración durante unos diez minutos. Al final será oportuno que el celebrante pronuncie unas palabras de reflexión y de puesta en común. 

Canto de adoración 

Oración por Casa Sollievo 

Sac.: Hermanos y hermanas, en unión con todos los Grupos de Oración del Padre Pío alrededor del mundo, queremos orar por su criatura predilecta, la Casa Alivio del Sufrimiento; el padre nos la dejó como su herencia espiritual, para que con la oración y la caridad conservemos su carisma de amor por los necesitados y en particular por los enfermos.

Juntos: 

Oh Dios, santo y glorioso, lleno de amor para con tus hijos hasta el punto de donar a tu Hijo para darnos vida y salvación, te damos gracias porque el Espíritu Santo, derramado sobre la Iglesia de Jesús, sigue animando a tantos hermanos y hermanas que, siguiendo el ejemplo de Cristo, ponen su propia existencia al servicio de los pobres, de los que sufren y de los necesitados. 

Por intercesión de Padre Pío, que llevó en su cuerpo los signos del amor de Jesús, concede a su Obra, la Casa Alivio del Sufrimiento,  ser fiel al carisma de su Fundador, de modo que cada uno pueda  llevar al lecho del enfermo Tu amor.  Convierte la Casa Alivio en un templo de vida, guiando los corazones  hacia la fidelidad y la transparencia en sus acciones. Infunde en los Grupos de Oración y en los devotos del Padre Pío sentimientos de reconocimiento y amor para que sean, aún hoy, el signo  de aquella Providencia  que quiso esta Obra para testimoniar en cada uno  una desmesurada confianza en el Amor y en la Misericordia de Dios. 

+ padre Franco Moscone crs 

Canto de adoración 

ORACIÓN COMUNITARIA: Hermanos y hermanas, La veneración del Señor Jesús por el templo de Dios altísimo, nos invita a orar por la Iglesia y por cada uno de nosotros, santo templo de Dios. Oremos juntos y digamos: Danos, Padre, tu paz! 

  • Para que los gobernantes que se dicen cristianos, venzan los odios étnicos y las rivalidades nacionales al redescubrir en Cristo las razones de una fraternidad que genera paz, libertad, justicia social. Oremos. 
  • Para que cada hombre y cada mujer, en el asombro de ver resplandecer la sonrisa de Dios en Cristo, recupere sentimientos, gestos y palabras de renovada fraternidad. Oremos. 
  • Por los cristianos, que aún habiendo recibido el Evangelio en diferentes tradiciones, se sienten confirmados en la comunión fraterna al intercambiar la experiencia gozosa del encuentro con Cristo. Oremos. 
  • Para que los pastores de la Iglesia sean, en medio de los hombres, palabra que lleve a reconocer en el otro no un enemigo, sino un hermano al que cuidar. Oremos. 
  • Para que nuestra comunidad sea el lugar en el cual aprender a conjugar la Palabra con los acontecimientos de la vida y de la historia para así vivir una fraternidad universal en Cristo. Oremos. 
  • Para que desde toda la Tierra se eleve a Dios la alabanza de los pobres de toda la tierra, que ven realizadas sus esperanzas en medio de una creciente y verdadera fraternidad entre personas y entre pueblos. Oremos. 

Padre nuestro Señor Jesucristo, imploramos sin cansarnos el gran don de la paz; escucha a este pueblo que con María invoca el don del Espíritu para recorrer caminos de paz caminando con todos los hombres hacia el encuentro contigo. Por Cristo nuestro Señor. Amén 

ORACIÓN COMUNITARIA DE LOS GRUPOS DE ORACIÓN DEL PADRE PÍO 

Señor Jesús, que nos has convocado para seguir las huellas de San Pio de Pietrelcina dónanos tu Espíritu, para que contigo podamos decir “Abba Padre”. Por intercesión de San Pío, que fue apóstol de tu Misericordia haznos misioneros de paz y misericordia para las personas de nuestro tiempo. Inspira en nosotros sentimientos de fidelidad y amor para que en la familia, en el trabajo y en la sociedad, seamos testimonio de tu Evangelio. Descienda sobre nuestro convenir la riqueza de tus bendiciones para que, revestidos de gracia, podamos ser criaturas nuevas y, confiados en tu Providencia, nos abandonemos en tus brazos seguros, que siguiéndote en el Calvario y mirando el Tabor, seamos santificados por tu amor y podamos así santificar a otros. + Padre Franco Moscone crs 

BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO 

Canto de adoración 

Oremos: 

Señor Jesùs, que en el admirable sacramento de la Eucarístia nos dejaste el memorial de tu Pascua, haz que adoremos con viva fe el santo misterio de tu Cuerpo y Sangre, para sentir siempre en nosotros los frutos de tu redención. Tú eres Dios... 

Bendito sea Dios. 

Bendito sea su Santo Nombre. 

Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre. 

Bendito sea el Nombre de Jesús. 

Bendito sea su Sacratísimo Corazón. 

Bendita sea su Preciosísima Sangre. 

Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. 

Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. 

Bendita sea la excelsa Madre de Dios la Santísima Virgen María. 

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. 

Bendita sea su gloriosa Asunción. 

Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre. 

Bendito sea San José su castísimo esposo. 

Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. 

Himno al Padre Pío:

Imagen de Cristo marcado con su sangre, efigie de la cruz en el cuerpo de la Iglesia! Tú sabes, buen Cireneo, lo que significa cumplirse en tí las pruebas y padecimientos de nuestro Salvador; Tú sabes, buen Cireneo, lo que es cargar el peso  que cae sobre los hombros de tus muchos hermanos. El Padre, que conmovido celebra al hijo pródigo, reviva Padre Pio, junto a quien está lejos, y el Padre que está en los cielos y hace misericordia por medio de ti, siervo fiel, dé paz a los que regresan. 

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