Antífona de entrada:
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros (De la secuencia del Corpus Domini ).
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
Del evangelio según San Juan (6, 51-58)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo . Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
De una carta del Padre Pío al padre Agostino. Epistolario I, pág . 266.
Sólo Dios sabe las dulzuras que experimenté sobre todo después de la misa, tan intensas que las siento todavía en mí. La cabeza y el corazón me ardían, pero era un fuego que me hacía bien. La boca sentía toda la dulzura de aquellas carnes inmaculadas del hijo de Dios (…). ¡Cómo me colma de gozo Jesús! ¡Qué suave es su espíritu! Pero yo me aturdo y no se hacer otra cosa que llorar y repetir ¡Jesús, alimento mío!
Jaculatoria:
Oh glorioso San Pío, sacerdote santo, víctima perfecta, socórrenos en nuestra peregrinación terrena y haz que comprendamos cada vez más el gran misterio de la Eucaristía.
Oración:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo, y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
(Se pide la gracia que se desea alcanzar).
Tres Gloria al Padre.
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros (De la secuencia del Corpus Domini ).
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
Del evangelio según San Juan (6, 51-58)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo . Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
De una carta del Padre Pío al padre Agostino. Epistolario I, pág . 266.
Sólo Dios sabe las dulzuras que experimenté sobre todo después de la misa, tan intensas que las siento todavía en mí. La cabeza y el corazón me ardían, pero era un fuego que me hacía bien. La boca sentía toda la dulzura de aquellas carnes inmaculadas del hijo de Dios (…). ¡Cómo me colma de gozo Jesús! ¡Qué suave es su espíritu! Pero yo me aturdo y no se hacer otra cosa que llorar y repetir ¡Jesús, alimento mío!
Jaculatoria:
Oh glorioso San Pío, sacerdote santo, víctima perfecta, socórrenos en nuestra peregrinación terrena y haz que comprendamos cada vez más el gran misterio de la Eucaristía.
Oración:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo, y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
(Se pide la gracia que se desea alcanzar).
Tres Gloria al Padre.
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
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