Antífona de entrada
«Escúchame cuando te invoco, Dios de mi justicia; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración» (Sal 4, 2)
«Escúchame cuando te invoco, Dios de mi justicia; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración» (Sal 4, 2)
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
Del evangelio según San Mateo (6, 5-8)
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis.
De una carta del Padre Pío a María Gargani Epist olario III, pág. 244.
Combate como valiente y obtendrás el premio de las almas fuertes. No te abandones nunca a ti misma. En los momentos en los que la lucha es más dura y el abatimiento más fuerte, recurre a la oración; confía en Dios y no sucumbirás nunca a la tentación. Has de saber que, si el Señor te pone a prueba, nunca permitirá que esta sea superior a tus fuerzas.
R. Amén.
Del evangelio según San Mateo (6, 5-8)
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis.
De una carta del Padre Pío a María Gargani Epist olario III, pág. 244.
Combate como valiente y obtendrás el premio de las almas fuertes. No te abandones nunca a ti misma. En los momentos en los que la lucha es más dura y el abatimiento más fuerte, recurre a la oración; confía en Dios y no sucumbirás nunca a la tentación. Has de saber que, si el Señor te pone a prueba, nunca permitirá que esta sea superior a tus fuerzas.
Jaculatoria
Oh, glorioso San Pío, maestro de oración, sostén nuestra vocación con tu intercesión.
Oración
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo, y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que, asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor . Amén.
Se pide la gracia que se desea alcanzar
Tres Gloria al Padre.
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
Se pide la gracia que se desea alcanzar
Tres Gloria al Padre.
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario