FIAT VOLUNTAS TUA (LA OBEDIENCIA)
Si es posible, la novena se reza ante una imagen, cuadro o estampa de San Pío de Pietrelcina.
Antífona de entrada:
"Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo; en Él está nuestra salvación, vida y resurrección. Él nos ha salvado y libertado".
En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén
De la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (2, 5-8)
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario se despojó de si mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz.
De la carta del Padre Pío al padre Agostino. Epistolario I, pag. 328.
Oigo que Jesús me va repitiendo: "valor , que después de la batalla viene la paz". Dice que necesito fidelidad y amor. Estoy dispuesto a todo, con tal de hacer su voluntad. Rece por mi, se lo suplico, que el resto de vida que me quede lo dedique a su gloria y que este tiempo corra a la misma velocidad a la que se propaga la luz.
Jaculatoria:
Glorioso San Pío, ayúdanos a seguir a Cristo por el camino de la Cruz y hacer cada día la voluntad de Dios para nuestra propia santificación.
Oración:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a San Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la Cruz de tu Hijo y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia; concédenos, por su intercesión, que asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Tres Gloria al Padre...
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición:
Si la novena está dirigida por un sacerdote, se concluye con la bendición; si no, se puede concluir de la siguiente manera:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Antífona de entrada:
"Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo; en Él está nuestra salvación, vida y resurrección. Él nos ha salvado y libertado".
En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén
De la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (2, 5-8)
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario se despojó de si mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz.
De la carta del Padre Pío al padre Agostino. Epistolario I, pag. 328.
Oigo que Jesús me va repitiendo: "valor , que después de la batalla viene la paz". Dice que necesito fidelidad y amor. Estoy dispuesto a todo, con tal de hacer su voluntad. Rece por mi, se lo suplico, que el resto de vida que me quede lo dedique a su gloria y que este tiempo corra a la misma velocidad a la que se propaga la luz.
Jaculatoria:
Glorioso San Pío, ayúdanos a seguir a Cristo por el camino de la Cruz y hacer cada día la voluntad de Dios para nuestra propia santificación.
Oración:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a San Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la Cruz de tu Hijo y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia; concédenos, por su intercesión, que asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Tres Gloria al Padre...
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros.
A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Bendición:
Si la novena está dirigida por un sacerdote, se concluye con la bendición; si no, se puede concluir de la siguiente manera:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
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