sábado, 30 de marzo de 2024

SÁBADO SANTO

SABADO SANTO

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

SÁBADO SANTO 

ES QUITADO CRISTO DE LA CRUZ Y SEPULTADO 

1.- José, que era el también discípulo de Jesús, aunque oculto por miedo de los judíos, entró con osadía a Pilatos, y le pidió el cuerpo de Jesús (1). Uno solo pide el cuerpo de Jesús, estando puesto en la cruz. ¡Qué pocos son los que aman a Jesús crucificado! Antes estaba oculto por temor: ya se declara por discípulo de Jesús, pendiente de un leño. Este es el fruto de la pasión. No creeré que es en ti vacía, si conoces a Dios y le sigues en la confusión y vileza, y esto lo ejecutes con osadía y sin recelar peligro alguno. 

2.- Vino también Nicodemus, trayendo una mixtura, etc. (2). Dos solos, pues, de todos los discípulos de Cristo son los que testifican su afecto a Jesús crucificado. Atrévete tú a ser el tercero. Nota los obsequios que usaron con Cristo. Bajan el cuerpo de la cruz, le embalsaman, le envuelven en una sábana, y siendo unos hombres ilustres, llevan sobre sus hombros el cuerpo de Aquel que fue tenido por tan infame. Mira como sujetan su nobleza a Cristo despreciado, para que Tú al mismo, envilecido por ti, no le niegues tu vileza. Ejercita los mismos oficios en los miembros de Cristo, que son tus prójimos: libra de la cruz a los afligidos con espirituales consuelos: aromatízalos, volviendo por su fama: envuelve en la sábana del silencio sus defectos. 

3.- Y le puso en su sepulcro nuevo, que había cavado en una peña, y revolvió una grande piedra a la puerta del sepulcro (3). Sepultas en tu corazón a Cristo cada vez que le recibes. Sea el sepulcro nuevo en quien no haya entrado jamás ningún otro siniestro afecto: esté en la peña de la inmovilidad y constancia: ciérralo con la piedra de propósitos eficaces: cércalo de las guardas de santos pensamientos. 

(1) Matth.,27; Joan., 19; Marc., 15.  (2) Joan., 19.  (3) Matth., 27.  

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

viernes, 29 de marzo de 2024

VIERNES SANTO

VIERNES SANTO 

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

VIERNES SANTO

CONTEMPLACIÓN DE CRISTO CRUCIFICADO

1.- Oh vosotros todos, los que pasáis por el camino, atended y reparad si hay dolor semejante al mío (1). Considera los tormentos de Cristo: 1º, en el cuerpo: Rompieron mis manos y mis pies, contaron todos mis huesos (2). Desde la planta del pie hasta lo más alto de la cabeza no hay en Él sanidad (3). 2º. En el alma, por el desprecio que hicieron de Él. Fui hecho risa del pueblo, y su canción vulgar todo el día (4). Por la infamia de la cruz en compañía de ladrones, como dijo Isaías (5): Fue reputado uno con los facinerosos. Por la falta de quien se compadeciese de Él y le consolase, como anunciaron los profetas. No hay de todos sus amados ni uno que le consuele. Todos sus amigos le despreciaron y se le convirtieron en enemigos, dijo Jeremías (6) y David (7): Aguardé a quien se contristase conmigo, y no hubo alguno; quien me consolase, y no le hallé. Por la ingratitud de los hombres y corto fruto de su pasión como se quejó por Isaías (8): ¿Qué es lo que debí hacer más por mi viña, y no lo hice? Aguarde a que me diese uvas, y me dio solo agraces; y por David (9): ¿Qué utilidad saco de mi sangre?

2.- ¿Qué quieren decir estas llagas en medio de tus manos (10)? Pregúntale esto a tu Jesús, y oye que te responde: Con estas fui llagado en casa de los que me amaban. Reconoce este infinito amor por lo que dice san Agustín (11): Repara la cabeza inclinada para darte ósculo de paz y de amor, el corazón abierto para amarte, los brazos extendidos para abrazarte, todo el cuerpo puesto patente para redimirte. Considerad que cosas tan grandiosas son estas: pesadlas en la balanza de vuestros corazones: y todo se clave en ellos el que por vosotros se fijó todo en la cruz. Verdaderamente nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros (12). Imagina que a ti se te pregunta aquello: Pedro, ¿tú me amas? Y di con prontitud: Tú, Señor, sabes que te amo.

3.- Por todos murió Cristo, para que los que viven, ya no vivan para sí sino para Aquél que murió por ellos (13). Este fruto has de sacar de la muerte de Cristo: No vivir para ti, ni emplear acción alguna de tu vida en buscar comodidad, gusto ni honra alguna. A ti te le debes todo, y todas tus cosas: No sois vuestros, porque habéis sido comprados con precio grande (14). ¿Qué retornare, pues, al Señor por todas las cosas que me dio? dice san Bernardo (15). En la primera obra me dio a mí mismo, en la segunda a Sí; y cuando se me dio, me volvió a darme a mí mismo a mí. Por dado y vuelto a dar, me lo debo a mí. ¿Qué le daré a Dios por habérseme dado así?

(1) Thren., 1. (2) Ps., 21. (3) Is., 1. (4) Thren., 3. (5) Is., 53. (6) Thren., 1. (7) Ps., 68. (8) Is., 5. (9) Psalm., 29. (10) Zachar., 13. (11) Lib. de Virginitate. (12) Ephes., 5. (13) II Cor., 5. (14) I Cor., 6. (15) Tract. de Dilig. Deo

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

jueves, 28 de marzo de 2024

JUEVES SANTO

JUEVES SANTO 

ORACIÓN PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

JUEVES SANTO 

ES ABIERTO SU COSTADO CON LA LANZA. 

1.- Pero llegando a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas (1). Murió Jesús antes de lo que pensaban los judíos. Tal vez se indignaron por que no podían, como deseaban, ser más crueles con Él. Mas el amor de Dios acelero la muerte para perfeccionar cuanto antes la obra de nuestra redención. ¡Qué feliz serás tú si cuando el demonio o el hombre maligno quieren afligirte, te hallan ya muerto a ti, al mundo, a tus concupiscencias por una sólida abnegación de ti mismo! Este es el modo de conservar la integridad de los huesos, esto es, la solidez de las virtudes. De otra suerte, sin mortificación, no hay virtud sólida. 

2.- Un soldado abrió su costado con una lanza (2). Abierta esta la puerta del amor, manantial de todos los dolores. Repara cuantos dolores causaste a aquel Corazón, con cuantos pecados le envenenaste; y con todo ¡cuánto te amó! ¡Con cuántos caracteres de amor te asentó en el libro de los hijos de Dios! Dio los pies a los pecadores, como la Magdalena (3): las manos a los amigos, como Pedro (4): el Corazón le da a los hijos de Dios, a quienes dice (5): Os llevaré a mis pechos. A vista de esto acuérdate de tu ingratitud y de su amor. Mírale con amor, para que algún día no veas con temor al que enclavaste. 

3.- Y luego salió sangre y agua (6). Remedios oportunos de nuestra salud, cuales son los santos Sacramentos con que fuésemos limpios de los pecados y hermoseados con la gracia. ¿Es esto, por ventura, también pequeña señal de amor? ¡Cuánta es aquella dar por ti hasta la última gota de su sangre! Por precio tan copioso se obra la redención, que parece que el hombre vale lo que vale Dios (7). ¡0h, que liberal es Dios contigo! ¡Qué escaso eres tal con Él, pues, por tanta sangre, ni una lágrima siquiera le das! 

(1) Joan., 19.  (2) Ibid.  (3) Luc., 7.  (4) Act., 3.  (5) Isai., 66. (6) Joan , 19.  (7) Euseb. Gall. Hom. 6, Pasch. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

miércoles, 27 de marzo de 2024

MIÉRCOLES SEMANA SANTA

MIÉRCOLES SEMANA SANTA 

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

MIÉRCOLES SANTO 

DIVERSOS AFECTOS DE VARIOS EN LA MUERTE DE CRISTO 

1.- Viendo, pues, el Centurión, que estaba enfrente, que expirado, clamando así dijo: Verdaderamente que este hombre era Hijo de Dios (1). Del temblor de los elementos nació temor en el Centurión; del temor un pensamiento más alto hacia confesión. ¡Cuántos advirtieron lo mismo, pero se quedaron inmobles! Admirable es Dios en mover los corazones. Tú entre tanto aprende de las cosas que ves obrar en la naturaleza, a levantar tu pensamiento al Autor de todas, a confesarle, a engrandecerle. En la misma vileza de la pasión le confiesa por Dios, reconociendo allí una cosa divina. Cierto es que si hay en ti algo de Dios, ha de sobresalir y probarse en la adversidad, y en especial en la ocasión en que te desprecien. 

2.- Y toda la turba de los que se habían hallado presentes a este espectáculo, y vieron las cosas que se hacían, se volvían hiriendo sus pechos (2). La plebe mostró alguna conmoción del ánimo, no los principales de los sacerdotes. En los soberbios y obstinados, apenas y rara vez suele haber un buen afecto. Pero de toda aquella plebe ninguno le confesó por Dios. 1º. Porque asistían allí como a un espectáculo. ¿De qué proviene que tienes tú tan raro, o solo tibio movimiento sobre la pasión del Señor? Acaso porque la meditas solo como un espectáculo, no como muestra y prueba de la bondad, amor y misericordia. 2º. Se volvían. Haber visto y volverse, ¿que aprovecha? Se ha de perseverar a los pies del Crucificado, y siempre con este objeto se ha de apacentar el ánimo. 

3.- Estaban, pues, todos sus conocidos, de lejos, y las mujeres viendo esto (3). Éstas con tiernas lágrimas lloraban la muerte de Cristo. No apruebo que de lejos. De cerca se ha de morir la muerte de Jesús. Pedro cayó porque le siguió de lejos. No quiera yo apartarme lejos de Jesús. Mas, aunque no estaban cerca, con todo eso allí asistían para que también fuesen vistos. Estaban en pie con constancia: veían por la contemplación: acercábase el alma a donde no podían llegar los cuerpos. Persevera en la que te has de hacer representación continua de la vida y muerte de Cristo. 

(1) Marc., 15.  (2) Luc., 23.  (3) Ibid. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

martes, 26 de marzo de 2024

MARTES SEMANA SANTA

MARTES DE  SEMANA SANTA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

MARTES SANTO 

LOS PRODIGIOS DE LA MUERTE DE CRISTO 

1.- El velo del templo se rompió en dos partes de arriba abajo (1). Para significar que con la muerte de Cristo estaba rota ya la ley antigua. Obre esto en ti la muerte de Cristo, que la vieja ley, que es la ley de miembros, se rompa y acabe en ti. Jesús muerto es un argumento eficacísimo de que se debe matar el hombre viejo. Se rompió: para que ya lo que era misterioso y santo, no tuviese sombra alguna. Unas razones frívolas son como unos velos con que oscurecemos y encubrimos las cosas divinas. Rómpanse aquellas para que percibas mejor estas. ¿No son por ventura tales las que ordinariamente cegaron la vista interior de tu espíritu? 

2.- La tierra se movió, y las piedras se partieron (2). Señales son estas del dolor que muestra la naturaleza. Avergüéncese el hombre de no dolerse tanto de la muerte de Cristo, cuanto hicieron sentimiento de ella los elementos. Eres tierra. Mucho ha que esto está ya dicho; porque amas la tierra. Murió Dios. Aquí debes conmoverte y sacudir todo lo que tienes de terreno. No puedes condolerte si no amas. Más no puedes amar a Cristo, si fuera de Jesús amas otra cosa. Eres piedra, o por el grave peso de tus pecados, o por la dura obstinación de tu voluntad y juicio. Si la muerte de Cristo te penetra, rómpete por la contrición. 

3.- Y los sepulcros se abrieron (3). En que se muestra que Cristo destruyó nuestra muerte, cuando por Él los muertos son sacados de la jurisdicción de la muerte. Esto mismo obre en ti también la muerte de Cristo. Ábrase y desnúdese del todo el sepulcro de tu conciencia a quien debe abrirse. Ábrase el sepulcro blanqueado de la simulación, para que aparezca lo que eres, no lo que finges. Manifiéstese el sepulcro de las malas costumbres, y arrójalas de ti todas, para que en adelante andes en nueva vida. 

(1) Matth., 27.  (2) Ibid.  (3) Matth., 27. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

lunes, 25 de marzo de 2024

LUNES SEMANA SANTA

LUNES SANTO


ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

LUNES SANTO 

LA SEXTA Y LA SÉPTIMA PALABRA DE CRISTO EN LA CRUZ 

1.- Está todo cumplido (1), lo que el Padre me mandó, lo que Yo me encargué de hacer. Cosa divina es perfeccionar lo comenzado. Poca alabanza es el empezar: la mayor llevar lo empezado a su perfección debida. No el que empieza sino el que bien acaba se lleva el premio. Tú, ¿qué de cosas principias?  ¿Qué pocas llevas al fin? Imita la constancia de tu Dios, para que puedas decir también en la última hora: Esta todo cumplido: lo que Dios me mandó por sus preceptos, lo que admití por sus consejos, lo que las reglas ordenan, lo que amonestó la gracia. ¡Qué feliz serás entonces! Pero ¡qué lejos aún estas de esto! 

2.- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (2). Pondera las palabras. Padre, que es voz de confianza y amor. Tú no la puedes usar bien, si no vives como hijo amante, reverente y obsequioso. En tus manos, en las que solo hay seguridad y descanso. Para estar en ellas para siempre, arrójate en ellas, mientras vives, por una perfecta resignación de tu voluntad en la divina. Encomiendo mi espíritu, no el cuerpo. Este ya descansa aquí en el lecho de la cruz. Aprende a tener mayor cuidado del espíritu que del cuerpo. Más para que el espíritu pase a las manos de Dios seguramente, mira que el cuerpo debe estar siempre en la cruz. Este sólo es el tránsito seguro; todo otro peligroso 

3.- E inclinada la cabeza entregó su espíritu (3). ¡Oh misterio sublime! Dios muere. No podrás alcanzar esto, si primero no comprendes que es lo que puede el amor. Y por ti muere. Mira, hombre, cuánto vales para con Dios. Con verdad dijo el Apóstol (4): Fuisteis comprados con precio grande, que es la muerte de Cristo. ¿Qué le retornarás por no ser ingrato? Tú, pues, inclinada la cabeza con una verdadera humildad, entrégale tu soberbio espíritu. Inclina tu cabeza por la obediencia hasta que se aparte el espíritu. Inclina tu corazón, para guardar sus justificaciones 

(5). (1) Joan.,19.  (2) Luc., 23.  (3) Joan., 19.  (4) I Cor., 6.  (5) Psalm. 118. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

domingo, 24 de marzo de 2024

DOMINGO RAMOS SEMANA SANTA

DOMINGO DE RAMOS

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

DOMINGO DE RAMOS 

LA CUARTA Y QUINTA PALABRA DE CRISTO 

1.- Cerca de la hora de nona clamó Jesús con grande voz: Dios mío, ¿por qué me desamparaste? (1) San León dice: Esta voz no es queja, sino doctrina, con que nos enseña haber llegado a tal extremo los dolores de Cristo, que no quiso suavizarlos con la interna asistencia de Dios. Y tú cuántos consuelos mendigas no sólo de Dios, mas aún de las criaturas? Cosa grande es, y muy grande, dice Tomás de Kempis (2), poder carecer de consuelo, así humano como divino; y querer por la honra de Dios, sufrir con gusto la desolación del corazón y nada buscarse a sí. 

2.- Para que se cumpliese la Escritura dijo: Sed tengo (3). Sabía que había cumplido ya con todo lo que de Él estaba dicho en la Escritura, y sólo le faltaba este lugar del salmo 68: En mi sed me dieron a beber vinagre. Éste, pues, lo quiso llenar ahora. Repara como atiende Cristo a cumplir el menor ápice de la obediencia. La grande efusión de sangre le causa una sed mortal. Pero mayor era la que tenía de padecer más y más.  Blosio dice (4): Tuvo otra sed, esto es: de más padecer y de mostrarnos así con más evidencia su amor. ¡Oh, si le dieses tu alma con que se la refrigerases! Examina tu amor para con Dios y la salvación de los prójimos. ¿Qué deseas tolerar por ellos? ¿Qué haces? ¿Qué ejemplo les das? Mira si los llevas al bien, o si los incitas al mal. 

3.- Estaba, pues prevenido allí un vaso lleno de vinagre. Ellos llenando de él una esponja poniendo alrededor la yerba del hisopo, se la aplicaron a la boca (5). Con un poco de vinagre e hisopo es refrigerado un Dios sediento y moribundo. Ejemplo tienes de mortificar tu apetito aún en medio de los trabajos. No juzgues tú que se te deben fomentos más deliciosos. En la escuela de Cristo menos se le debe en este mundo al que más trabaja. El siervo de Cristo nunca quiere que se le trate con exenciones y singularidades. Dan a Dios sediento, vinagre los que pasan su mocedad en placeres sensuales y mundanos; pero quieren dar a Dios la vejez, que es como las heces de la vida. El vaso lleno de vinagre son los corazones amargos, llenos de rencor e impaciencia. Desocupa este vaso y llénalo del vino suave de la caridad. 

(1) Matth., 27. (2) Lib. 2, cap. 9. (3) Joan., 19. (4) In Expl. Pas. Cap. 18. (5) Joan.19.  

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

sábado, 23 de marzo de 2024

39° MEDITACIÓN DE CUARESMA

SÁBADO DE LA V SEMANA DE CUARESMA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

SÁBADO DE LA V SEMANA DE CUARESMA 

LA TERCERA PALABRA A SU MADRE Y A SAN JUAN 

1.- Estaba en pie junto a la cruz de Jesús, su Madre (1). ¡Qué dolor, juzgas, sería el de la Madre santísima, que todo su amor tenia únicamente en su Hijo! De Jesús, dice, que no ignoraba ser Dios y hombre. Cerca, mirándole con sus propios ojos. La cruz: los tormentos y la mayor infamia. Y con todo eso, estaba en pie; y con toda su alma ofrecía al Hijo por la salud del mundo. Leo que está en pie, dice san Ambrosio, no leo que llora. Porque el estar en pie, añade Amadeo (2), en aquella amargura de corazón, es argumento de una gran constancia. Aprende lo 1º, a estar constante en las adversidades: 2º, con entendimiento y con razón: 3º, con una firme voluntad.  Aprende lo 2º, a no amar cosa alguna de las cosas criadas, aún los espirituales consuelos, de tal modo, que, si quiere Dios y es conveniente para tu salvación, estés luego determinado a perderlos. 

2.- Viendo Jesús a su Madre y al Discípulo que estaba en pie, dice a su Madre: Mujer, he ahí a tu Hijo (3). Deja a san Juan en su lugar. Pero, ¡qué comparación hay entre los dos! ¡Qué consuelo puede ser un puro hombre respecto de uno que es Dios! No hay duda que la Santísima Virgen siempre miró a Cristo en San Juan. Aprende tú a reconocer a Cristo en tus prójimos. Así será más firme tu caridad. Más con los superiores en especial será más exacta tu obediencia. Pero, ¿por qué da a Juan a la Madre? 1º. Theofilacto lo atribuye al privilegio de la virginidad. El que era virgen encomendó a la Virgen a un virgen. 2º. Porque él también estuvo constante al pie de la cruz. Tan bueno es, dice el mismo, hacer compañía a Jesús paciente, que eleva a ser hermano suyo. Mira con que cosas puedes ser hermano de Cristo e hijo de la Virgen. Títulos tan hermosos se adquieren con este precio. 

3.- Después dice al Discípulo: Ves ahí a tu Madre (4). San Ambrosio, en la Exhortación a las vírgenes, dice: Llamado de Cristo (san Juan) dejó a su padre. A este se le entrega la Virgen, que desconoce a los suyos. ¡Qué consuelo sería el tuyo si se te diese por madre! Pero podrás tenerla si desconoces por amor de Jesús a los tuyos, y te desnudas de todo afecto carnal para con ellos. Puedes hacerte hermano de Jesús, y por consiguiente hijo de María, si en todo te acomodas a la voluntad de Dios. El que hiciere la voluntad de mi Padre, este es mi hermano (5). Recíbela, pues, por tuya, y di: Muestra que eres madre. Pero en correspondencia muestra tú ser su hijo. 

(1) Joan., 19.  (2) Hom. 5 de Martyr. Virg.  (3) Joan., 19.  (4) Joan., 19.  (5) Matth.12. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

viernes, 22 de marzo de 2024

38° MEDITACIÓN DE CUARESMA

VIERNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

VIERNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA 

LA PRIMERA Y SEGUNDA PALABRA DE CRISTO EN LA CRUZ 

1.- Jesús, pues, decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (1). Habla en la causa ajena el que siempre callo en la propia. Y la primera no es de su Madre amantísima, sino la de los que le crucificaban. Pondera de por sí sus palabras. Toma el nombre de Padre, por moverle a piedad, y avisarte que es padre, no solo de los buenos, sino también de los malos; y tú, hermano de todos. A ellos. No entiende sólo los que de presente le crucificaban, sino también los futuros, esto es, todos los pecadores. ¡Qué no esperarás viendo que no eres excluido de su oración! No saben lo que hacen. Excúsalos como puede por su ignorancia; porque en realidad, Todo pecador es ignorante; ni pondera la gravedad del pecado. Si eres ofendido, ¿qué haces tú? Ora por los que de presente te ofenden. Perdónalos. Excúsalos tú también cuanto puedes. 

2.- Señor, acuérdate de mí, cuando llegares a tu reino (2). El buen ladrón reprende a su compañero cuando blasfema, confiesa su pecado, da testimonio de la inocencia de Cristo, cree que Cristo es Dios,  lleno de confianza le hace esta oración: Señor, acuérdate de mí cuando llegares a tu reino. Considera lo 1º ¡Que no puede hacer en un momento la gracia de Dios aceptada! 2º. No pide el ladrón que le libre de la cruz, sino que tenga memoria de él. Harto bien está aquel de quien Dios se digna acordarse. 3º. Dos hay al lado de Cristo o en el paraíso: uno se convierte. ¿Quién no tendrá esperanza? Otro se condena. ¿Quién no temerá aunque esté junto a Jesús?  

3.- De verdad te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso. (3)  ¡Qué benignidad la de Jesús! Concede más de lo que se pide. 1º. Hoy, dice: lo que promete no lo dilata. 2º. Conmigo. ¡Qué consuelo estar con Jesús! ¿Deseas estar con Él en el paraíso? Está con Él primero en la cruz. A grandes premios no se puede llegar, si no por grandes trabajos, dice san Gregorio (4). Si padecieres con Él, con Él reinarás. 

(1) Matth., 27.  (2) Luc., 23.  (3) Ibid.,  (4) Hom. 37 in Ev. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

jueves, 21 de marzo de 2024

37° MEDITACIÓN DE CUARESMA

JUEVES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

JUEVES DE LA V SEMANA DE CUARESMA 

EL SORTEO DE LAS VESTIDURAS, EL TÍTULO DE LA CRUZ Y LAS BLASFEMIAS 

1.- Era, pues, su túnica no cosida, toda de una pieza tejida de arriba abajo. Dijeron por esto entre sí: No la cortemos, sino echemos suertes sobre ella (1). Dividieron primero el vestido exterior de Cristo en cuatro partes. La interior e inconsútil vestidura se guarda entera. Los vestidos de Cristo son los fieles. Rómpanse los que del todo no están pegados al cuerpo de Cristo. En quién no hay el fundamento del amor de Dios, tampoco hay el amor del prójimo. El que está junto con Dios, está unido con el prójimo por la caridad. ¿Cuántas veces has osado hacer lo que no se atrevieron los judíos, pues rompiste esta vestidura de la caridad cristiana? Di para adelante: No la romperé más.

 2.- Jesús Nazareno, rey de los judíos (2). El mismo título le dan al morir sus enemigos, que le dieron al nacer los tres Magos.  Así se establece más su poder y su imperio. Pero ¡ay! No es conocido por rey de aquellos que quieren que se borre este nombre. Será con todo esto para mí, Jesús y Salvador. Será para mí, Nazareno y florido, y en los tormentos mismos amable. Para mi será rey a quien me consagro, ni admitirá mi alma otro Señor. Para que nunca me baje de la cruz, me enclavaré en ella con Cristo con los clavos del temor, de amor y de la mortificación. 

3.- Le blasfemaban, echándole en cara la impotencia de librarse, la pretendida dignidad de rey, la vana confianza en Dios, y de Él la mentida filiación. Todas estas calumnias cesarían si bajase de la cruz, cómo ellos decían: Baje ahora de la cruz y creeremos en Él (3). Pero en vano. Antes bien no baja de la cruz porque es Hijo de Dios. Es propio de los hijos de Dios perseverar constantemente en la cruz recibida hasta morir, ya por la mortificación continua de sí mismos, ya por la firmeza, mayor cada día, en su vocación, ya por el cumplimiento exacto de las obligaciones del estado en que los ha puesto. Mira como lo observas, para mostrarte hijo de Dios. 

(1) Joan., 19. (2) Ibid. (3) Matth., 27. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

miércoles, 20 de marzo de 2024

36° MEDITACIÓN DE CUARESMA

MIÉRCOLES DE LA V  SEMANA DE CUARESMA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

MIÉRCOLES DE LA V SEMANA DE CUARESMA 

ES JESÚS CRUCIFICADO 

1.- Y le dieron a beber vino mezclado con hiel. Y habiéndolo gustado no quiso beberlo (1). Hiel dan a beber a la dulzura de los corazones. Gústalo, para atormentar su paladar. No quiso beberlo, por no llenar de él aquellas entrañas, que no son sino de misericordia. El mundo da vino; pero nunca puro. Mezcla con hiel lo mismo con que deleita. ¡Ah! No lo bebas; porque: En el fin morderá como culebra (2). No bebe el vino porque está mezclado con hiel. Desagradan las cosas mejores, porque están mezcladas con otras muy malas. La mala intención echa a perder obras muy buenas. Haz estas de tal modo, que nada las mezcles de tedio, de hipocresía, de conveniencia o amor propio. 

2.- Allí le crucificaron (3). 1º. San Ambrosio dice: Sube desnudo a la cruz. Allí debe subir el que quiere vencer al mundo, que no busque ayudas del siglo. Nada trajo al mundo: nada lleva de él el pobrísimo Jesús. No ama la cruz el que no ama la pobreza; porque en ella ninguno pende dignamente, sino el desnudo. 2º. Considera la violencia con que le estiran los pies y las manos, el dolor por el traspasar de los clavos. Y tú sufre ser llevado de la obediencia al lugar, al oficio, aunque te sea penoso y difícil. Tú, cristiano, déjate llevar si quiera de Dios a la cruz de los trabajos y penas que te envía. Caréala con la suya, y mira si es más penosa. Deja que te enclave consigo para estar firme en su servicio, y dile: Enclava con tu temor mis carnes (4). 3º. Piensa que Cristo dio gracias al eterno Padre por verse ya en aquella hora en que había de consumar su obra. Que se ofreció a sí en sacrificio por los pecados del mundo, y determinadamente por los tuyos. ¿Con qué has de corresponder, pues a amor tan grande, con que te amó y se entregó a sí mismo por ti? 

3.- Y con él otros dos a los lados, y en medio a Jesús (5). Esto tiraba a causarle más ignominia, para que fuese tenido por peor que los peores ladrones. Considera tres géneros de crucificados: uno pésimo, otro convertido, otro la misma inocencia e Hijo de Dios. Alguna vez les viene su cruz tanto a los justos como a los injustos. No quieras ser crucificado como ladrón, o dar motivo para ser puesto en la cruz por tus maldades. No quieras ser puesto en ella violentamente, y así sin mérito. Crucifícate con Cristo voluntariamente, con gozo, y por obediencia. 

(1) Matth., 27. (2) Prov., 23. (3) Luc., 23. (4) Psalm., 118. (5) Joan., 19. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

martes, 19 de marzo de 2024

35° MEDITACIÓN DE CUARESMA

MARTES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

MARTES DE LA V SEMANA DE CUARESMA 

LA CRUZ A CUESTAS 

1.- Y llevando su cruz salió (1). Considera 1º, con cuan suave afecto abrazó la cruz deseada por tanto tiempo. A la verdad, con mucho mayor que san Andrés la suya deseando llevar en ella todos nuestros pecados. ¡Qué pesada se la hiciste con los tuyos! Admira y dale gracias por su afecto. Detesta el tuyo, pues te quejas de que son sobre tus fuerzas las ocupaciones que te dan, que no puedes llevar los trabajos que Dios te envía, la falta de salud y de lo necesario para la vida, las persecuciones de los hombres, etc. 2º. No le retrae de llevarla la infamia de la cruz, que era castigo de ladrones, no el peso tan desmedido para cuerpo tan debilitado. Estas son las cosas que por la mayor parte te espantan. Pero no es infamia seguir a Jesús. Él suplirá lo que te falta de fuerzas. Y aun te será cosa gloriosa lo mismo caer con la carga. 

2.- Al salir encontraron a un hombre que se llamaba Simón. A este alquilaron para que le llevase la cruz (2) Simón, aunque forzado, fue participante de la infamia: y con todo logró la gracia de ser ilustrado, y después la de la gloria. Si esto concedió Jesús a un alquilado por fuerza ¿qué no dará al que de grado le ayuda a llevar su cruz? Júntate a Él, o haz las veces de Simón.  No te retraiga su peso: no los juicios de los hombres: no la confusión. Si padeces con Cristo, con Él reinarás también. 

3.- Seguíale, pues, mucha gente del pueblo y de mujeres (3). ¡Con cuan diversos afectos! Unos por burlarle, otros por curiosidad, otros por un afecto humano, para llevar su cruz y seguirle. Tú a lo que has de atender es a seguirle so1o con este afecto. Tomada una vez la cruz, la llevó constantemente hasta el monte Calvario. Y aunque por todo el camino se ofrecieron dificultades por causa de su peso, por las fuerzas debilitadas, la confusión, los escarnios, etc., con todo no la dejó. Aprende tú de aquí a llevar la cruz no sólo tal cual día, sino siempre hasta que se te acabe la vida. 

(1) Joan., 19.  (2) Matth., 27.  (3) Luc., 23. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

lunes, 18 de marzo de 2024

DÍA 9 NOVENA A SAN JOSÉ

 NOVENA A SAN JOSE

Patrono de la Iglesia Universal

DÍA NOVENO 

Hacer la señal de la cruz +

SEÑOR MÍO JESUCRISTO:
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amen

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS:
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos.

Intención general de la novena:
San José, la Iglesia Católica te honra como padre adoptivo de Jesús y te invoca como el Santo Patrono de la Iglesia universal, protégela, cuídala y no permitas que nada ni nadie, le haga ningún daño. Que no nos falte el trabajo y que los padres de familia sean tu reflejo para sus hijos.Amén

Pedir también la gracia particular… que se desea obtener con esta novena.

ORACION DEL DIA:
Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu Santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la Católica.

ORACIÓN FINAL DE CADA DIA:
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María,
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona:
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN FINAL:
Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.