domingo, 19 de noviembre de 2023

NOVENA A LA VIRGEN MILAGROSA


DÍA PRIMERO:

+Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(3 veces)

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

DÍA 1. SANTA CATALINA LABOURÉ Y LOS HECHOS SOBRENATURALES QUE PRECEDEN A LAS APARICIONES DE LA VIRGEN.

Catalina, a quien la Virgen entregará la medalla milagrosa, nació el 2 de mayo de 1806, en la región francesa de Borgoña. El 22 de enero de 1830, con 23 años, comenzó su vida religiosa como Hija de la Caridad, congregación fundada por san Vicente de Paul y santa Luisa de Marillac. El 21 de abril, comienza su noviciado en la casa de la Congregación en París, situada en la Rue du Bac.

En los meses que preceden a las apariciones, Catalina fue favorecida con gracias extraordinarias. Con motivo del traslado de las reliquias de San Vicente, a la nueva iglesia de los Padres Paules muy cerca del noviciado, Catalina vio el corazón del Santo. Primero, como de color blanco, significando la unión que debía existir entre las congregaciones fundadas por San Vicente. Luego el corazón tomó un aspecto rojizo, significando el fervor y la propagación que habían de tener dichas congregaciones. Finalmente se oscureció, significando la tristeza por el sufrimiento que ella padecería. Oyó interiormente una voz: "El corazón de San Vicente está profundamente afligido por los males que van a venir sobre Francia". La misma voz añadió un poco más tarde: "El corazón de San Vicente está más consolado por haber obtenido de Dios, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, el que ninguna de las dos congregaciones perezca en medio de estas desgracias, sino que Dios hará uso de ellas para reanimar la fe."

Santa Catalina tendrá la gracia de ver a Nuestro Señor en la Eucaristía. Ella misma lo dice: «Vi a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, durante todo el tiempo de mi seminario, excepto todas las veces en que dudé. » El 6 de junio de 1830, fiesta de la Santísima Trinidad, se le apareció Cristo como Rey crucificado, despojado de todos sus atributos.

Oraciones para terminar todos los días:

(Pida cada uno la gracia que desea alcanzar en esta novena.)

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA:

Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y protectora ante la majestad de Dios.

Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Catalina Labouré, ruega por nosotros.

Santa Bernadita Soubirous, ruega por nosotros.

San Maximiliano María Kolbe , ruega por nosotros.

San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Fuente: Iglesia del Salvador de Toledo. 

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