martes, 21 de noviembre de 2023

NOVENA A LA VIRGEN MILAGROSA



DÍA TERCERO:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

(3 veces)

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. 
Amén.

DÍA 3. REVELACIÓN DE LA MEDALLA.

El 27 de noviembre de 1830, a las 5 y media de la tarde, estando las novicias en oración, la Virgen Santísima se le aparece de nuevo a Catalina. Primero ve como dos cuadros: la Virgen está de pie sobre el globo terráqueo, aplastando con sus pies una serpiente. La  Virgen lleva en sus manos un pequeño globo dorado rematado por una cruz que levanta hacia el cielo. “Esta bola representa al mundo entero, a Francia y a cada persona en particular.”

En el segundo cuadro, la Virgen tiene sus manos abiertas, en sus dedos unos anillos de piedras preciosas de los que salen unos rayos de un brillo bellísimo. Al mismo tiempo, Catalina oye una voz que dice: “Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres.”

Después en torno a la aparición, Catalina ve como se inscribe en semicírculo una invocación, escrita en letras de oro: «Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos».

Se oye entonces una voz: «Haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias».

Después, Catalina ve el reverso de la medalla: arriba, una cruz sobre la letra inicial de María, abajo, dos corazones, uno coronado de espinas, otro atravesado por una espada.

En el mes de diciembre de 1830, estando en oración,  Catalina ve la representación de la medalla por detrás del Sagrario y oye esta voz: «Estos rayos son el símbolo de las gracias que la Virgen Santísima consigue para las personas que le piden. Ya no me verás más ».  Es el final de las apariciones. Catalina comunica las peticiones de la Virgen María a su confesor, el Padre Aladel. Este las acoge muy mal y le prohíbe pensar en ello.  El 30 de enero de 1831, se acaba su formación y Catalina es destinada a un hospicio al este de París, en un barrio de miserias, donde atenderá a los pobres a lo largo de 46 años. Su secreto lo guardará toda la vida para ella


Oraciones para terminar todos los días:

(Pida cada uno la gracia que desea alcanzar en esta novena.)

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA:

Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y protectora ante la majestad de Dios.

Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Catalina Labouré, ruega por nosotros.

Santa Bernadita Soubirous, ruega por nosotros.

San Maximiliano María Kolbe , ruega por nosotros.

San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Fuente: Iglesia del Salvador de Toledo. 


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