MARTES DE LA IV SEMANA DE CUARESMA
ORACIÓN PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos. Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
MARTES DE LA IV SEMANA DE CUARESMA
ES POSPUESTO A BARRABÁS
1.- ¿A quién queréis que os deje libre? ¿A Barrabás o Jesús? (1) Compáranse la impiedad y la santidad, la maldad y la inocencia, el santo y un ladrón, Dios y un pecador, Aquel a quien si con un serafín se le igualará, se le haría grande injuria. Toda comparación dice alguna igualdad. De donde se saca, que solo se dice de Cristo que no es peor que el que es pésimo. Pilatos solo una vez hizo a Cristo esta injuria. Tú tantas se la hiciste, cuantas opusiste a su amor el de las criaturas, cuantas tuviste en más seguir tus apetitos que no la ley de Dios. ¿Qué has hecho?
2.- Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo persuadieron a la chusma de los populares, que pidiesen a Barrabás (2). Barrabás tiene patronos, Jesús ninguno. Hazte tú patrón de Aquél a quien tendrás por abogado con el Padre. Defiende en toda ocasión la virtud. Persigue a Barrabás. Di a tu alma: Barrabás sea crucificado: mi más fuerte y fiera pasión sea mortificada: viva solo Jesús en mi alma.
3.- Exclamó, pues, toda la turba, diciendo: Quita de ahí a ese, y suéltanos a Barrabás (3). Si fue injuria grande comparar a Cristo con Barrabás, ¿cuánta sería la de posponerle a este perverso? Sufre el sumo Dios ser así apreciado y puesto en el ínfimo lugar; ¿y el polvo se indignará si le aplican al oficio más humilde? ¿Te indignas contra aquella plebe sin juicio? Y ¿cómo no haces lo mismo contigo todas las veces que antepones las cosas de la carne a las del espíritu? ¿La honra del mundo a la de Dios? ¿Tu juicio al juicio de los superiores? ¿No es esta una injuria clara?
(1) Matth., 27. (2) Ibid. (3) Luc., 23.
ORACIÓN PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS:
INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:
Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme.
- Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí.
- Jesús, calumniado y perseguido.
- Jesús, abandonado de los hombres y tentado.
- Jesús, entregado y vendido a vil precio.
- Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente.
- Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia.
- Jesús, abofeteado y burlado.
- Jesús, arrastrado con la soga al cuello.
- Jesús, azotado hasta la sangre.
- Jesús, pospuesto a Barrabas.
- Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión.
- Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo.
- Jesús, triste hasta la muerte.
- Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones.
- Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres.
- Jesús, abrumado de toda clase de dolores.
¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica.
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