viernes, 15 de diciembre de 2023

NOVENA AL NIÑO JESÚS DE PRAGA ANTES DE NAVIDAD

 

+ Por la Señal...
Acto de contrición...


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:
¡Gloriosísimo Niño Jesús de Praga, amor de cuantas almas han sido dignas de tu protección y divina misericordia! Tus promesas, bondadísimo Niño, son inolvidables; tu imagen, adorabilísima. ¿Cómo no profesarte devoción, cómo no adorarte, Niño Jesús de Praga? Nunca Jesús mío, te olvide mi alma en la vida de la tierra y concédela que por siempre te contemple glorioso en el cielo. Amén.

DÍA PRIMERO:
¡Amabilísimo Niño Jesús de Praga! Al ver tu imagen llena de candor infantil recuerdo la humildad de tu Encarnación, tu vida de Nazaret; y la gracia que en ella resplandece me trae a la memoria tus virtudes inefables, tu amor a la cruz, tu bondad para con los hombres, tu obediencia a María y José. Te ofrezco mi alma y mi corazón; vengo a visitarte para aprender de Ti y confiadamente te pido vivir contigo por gracia. Así sea.

INVOCACIONES:
¡Milagroso Niño Jesús de Praga! Favorecednos.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

¡Bondadosísimo Niño Jesús de Praga! Dadnos la paz.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

¡Divino Niño Jesús de Praga! Tened piedad de nosotros.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS:
¡Oh Niño Jesús! Yo recurro a Vos y os ruego por vuestra Santísima Madre, me asistáis en esta necesidad, (se expresa lo que se desea), porque creo firmemente que vuestra divinidad puede socorrerme. Espero confiadamente obtener vuestra santa gracia; yo os amo con todo mi corazón y con todas las fuerzas de mi alma; me arrepiento sinceramente de mis pecados y os suplico, ¡oh mi buen Jesús!, me déis fuerzas para triunfar de ellos. Tomo la resolución de no ofenderos más y me ofrezco a Vos, dispuesto a sufrirlo todo antes que disgustaros; desde ahora quiero serviros con fidelidad. Por vuestro amor, ¡oh Divino Niño!, amaré a mis prójimos como a mí mismo. Niño lleno de poder ¡oh Jesús! Yo os suplico de nuevo escuchéis mi petición (se expresa otra vez). Concededme la gracia de poseeros eternamente con María y José y la de adoraros con los Ángeles y Santos en la corte celestial. Amén.

DÍA SEGUNDO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Oh dulce Niño Jesús! Adoro tu Encarnación, donde tanto te humillaste que naciste pobre y los hombres ingratos, a quienes venías a ofrecer los tesoros de tu amor, no te recibieron. ¡Cuán bien representa tu imagen de Praga este misterio! Los herejes rompieron tus manecitas cuando apareciste para favorecernos hasta con Milagros. No más ingratitud. Recibe, amorosísimo Niño, mi corazón, que promete amarte en la tierra y en el cielo. Así sea.

DÍA TERCERO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Divino Niño Jesús! ¡Qué ejemplo tan admirable de amor nos dan María y José, cuando perdido para ellos, afligidos te buscaron durante tres días. Bien los imitó, oh Niño de Praga, tu gran devoto el Venerable P. Cirilo, cuando los herejes profanaron tu imagen milagrosa. Tanto quiero amarte que nunca te olvide, ni me separe de tu compañía en la vida para volar a Ti después de la muerte. Así sea.

DÍA CUARTO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Amabilísimo Niño Jesús, en cuya imagen de Praga apareces como Niño-Rey para ejercer con atractivo de la infancia tu suave y divina soberanía! Te entrego rendidamente mi corazón y quiero que Tú sólo reines en él. Tú sólo seas la luz de mi inteligencia. Tú sólo conquistes mi amor y, como humilde trofeo, me lleves a tu reino para cantar allí el himno de tus misericordias. Así sea.

DÍA QUINTO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Adorabilísimo Niño Jesús de Praga, rey de mi corazón! ¡Qué felicidad la mía al saber que te amo, y que tu promesa, cuánto más me honréis más os favoreceré, no puede fallar! Rey eres, Divino Niño, y tus tesoros son infinitos. Derrámalos sobre mi alma y entre tus gracias concédela ser siempre devota tuya fervorosísima para alcanzar la mayor de todas, la de morir santamente. Así sea.

DÍA SEXTO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Santísimo Niño Jesús de Praga, Rey de las almas, porque eres su camino, verdad y guía! Sin Ti, buen Jesús, no podemos ir al Padre. Tú sólo tienes palabras de vida eterna, Tú solo puedes vivificar mi alma y glorificarla. Cuán fácil es tu camino de infancia espiritual, qué tiernas y sinceras tus palabras, cuán santa la vida junto a Ti! Quiero seguirte, escucharte y ser tuyo en la tierra y en el cielo. Así sea.

DÍA SÉPTIMO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Oh Niño Jesús de Praga, amor de los niños y rey de los corazones! Eres todavía más: eres su Dios. Dios sí, y por eso vida de mi vida, Padre de mi alma, mi Redentor, única esperanza mía y amor de mi amor. ¿Cómo vivir lejos de Ti, amigo de destierro, luz de nuestro camino, consolación y premio de nuestra vida virtuosa? Haz que lo sea siempre. Así sea.

DÍA OCTAVO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

Adoro, amantísimo Niño Jesús de Praga, tu imagen, en que está representada tu divina realidad. Más que el regio manto y la brillante corona, admiro tu mano levantada para bendecirme. Así sea, Divino Niño, y con tu bendición, hazme semejante a Ti en el candor e inocencia de Niño, imitador de tu vida santísima en la tierra y en el cielo partícipe de tu amor. Así sea.

DÍA NOVENO:
(Oración preparatoria, invocaciones y final como el primer día)

¡Oh Niño de Praga! Llena de humildad mi alma quiere adorarte y suplicarte en este último día de la novena. Siempre recurrí a Ti, bondadoso y milagroso Niño. Como eres Dios puedes en todo favorecerme. Tus promesas alientan mi fe y los prodigios que en Praga y en todas partes obra tu imagen, me inspiran ilimitada confianza. Haz benignísimo Niño, que en la tierra y en el cielo goce de tu compañía. Así sea.


jueves, 7 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 9

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA NOVENO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente
Porque ya en aquel instante la creasteis con toda aquella inexplicable hermosura y majestad que pedían las dignidades altísimas a que estaba destinada, de Reina del universo, con más gracia y gloria ella sola que todos los santos y ángeles juntos; de principal y universal cooperadora con Cristo en la obra de la redención del mundo, de capitana generala de vuestras batallas, y triunfadora perpetua del infierno; de abogada, medianera y Madre nuestra misericordiosa, con otras muchas, pero principalmente la mayor de todas, que es ser verdadera Madre de Dios.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
O María!
R. O María!
Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS:
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
¡Oh María!
¡Oh María!
Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.
Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 8


NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA OCTAVO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente Porque
 ya en aquel instante la adornasteis abundantemente con las gracias de profecía, de dar salud a los enfermos, de obrar grandes prodigios y obras admirables.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
O María!
R. O María!
Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS: 
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
¡Oh María!
¡Oh María!
Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.
Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

martes, 5 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 7

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA SÉPTIMO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el Misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente

Porque ya en aquel instante la elevasteis a actos y méritos perfectísimos de todas las virtudes, singularmente a inefables incendios de caridad.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
O María!
R. O María!
Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS:
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
¡Oh María!
¡Oh María!
Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.
Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

lunes, 4 de diciembre de 2023

NOVENA A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Puesto de rodillas delante de María Santísima, hecha la Señal de la Cruz, se dice el siguiente:

ACTO DE CONTRICIÓN:
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén. 

Hágase la petición: …

Récese cuatro Salves en memoria de las cuatro apariciones y luego se reza la oración de cada día.


PRIMER DÍA (4 de diciembre):
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos. Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto complace al mundo. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

SEGUNDO DÍA (5 de diciembre):
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como Reina de los Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro.
¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para pagarlo.
A ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.
Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

TERCER DÍA (6 de diciembre):
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad!
¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su Corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.
Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te amo a Ti por Dios. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

CUARTO DÍA (7 de diciembre):
¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para santificándola con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía?
Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo
Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu Hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en él sino Jesús y María. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

QUINTO DÍA (8 de diciembre):
¿Qué correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lúcidas y tan resplandecientes como las tuyas?
Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en ti hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en ti para que mi corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.
No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a Ti, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

SEXTO DÍA (9 de diciembre):
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia.
Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y sólo soy constante en mis viciosas costumbres.
Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

SÉPTIMO DÍA (10 de diciembre):
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en perfecciones de que te dotó el Señor a tu alma inocentísima. Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad.
No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿cómo no he de esperar yo de tu benignidad, que la miseria y pobreza de mi alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?
Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejes jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

OCTAVO DÍA (11 de diciembre)
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué misteriosa y qué acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición! Aludió sin duda a aquel finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron enriquecidas tus acciones. Y ¿quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria celestial, te has olvidado de nosotros?
Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una misericordia proporcionada, más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

NOVENO DÍA (12 de diciembre):
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá imposible para ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en más de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle ni borrarle?
¡Qué motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del amplio poder que te dio la Divina Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas!
No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate sólo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen María. Amén.

Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 6

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA SEXTO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente 
Porque ya en aquel instante le infundisteis copiosísima sabiduría y luces inexplicables, con intensísimos auxilios para merecer.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

V. Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
V. Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
V. Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
V. Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
V. O María!
R. O María!
V. Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
V. Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
V. 
Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS:
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

V. Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
V. y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
V. Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
V. Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
V. ¡Oh María!
R. ¡Oh María!
V. Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
V. Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.
V  Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:

¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

domingo, 3 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 5

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA QUINTO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente

Porque ya en aquel instante, le adelantasteis el uso de la razón perfectísimamente, y de modo que le duró después sin intermisión toda su vida, con plenísima libertad para obrar el bien.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

V. Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
V. Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
V. Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
V. Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
V. O María!
R. O María!
V. Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
V. Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
V. Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS:

Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

V. Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
V. y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
V. Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
V. Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
V. ¡Oh María!
R. ¡Oh María!
V. Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
V. Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo 

V. Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

sábado, 2 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 4

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA CUARTO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente

Porque ya en aquel instante, a proporción de la copiosísima gracia con que la adornasteis, le infundisteis la hermosa variedad de todas las virtudes y dones del Espíritu Santo, lo cual se aumentó también como la gracia.

Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:


V. Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.
Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.
Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.
Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.
O María!
R. O María!
Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.
Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.
Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS: 
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.
y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.
Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.
Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.
¡Oh María!
¡Oh María!
Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.
Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.
Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS:
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

viernes, 1 de diciembre de 2023

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 3

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN. DÍA TERCERO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; por ser vos quien sois, Bondad infinita, me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Salvador mío; y esforzadme siempre en vuestro amor. Y ahora dadme gracia para hacer devotamente esta novena en honra de la Santísima Trinidad y de la Purísima Concepción de vuestra Madre, a la cual vos en este misterio, por medio del Romano Pontífice, Vicario vuestro, habéis dado por Patrona a toda España, para que nos libre de todos los males y nos alcance todos los bienes, hasta llegar a gozaros en la gloria. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas y un solo Dios, os sean dadas infinitas alabanzas y gracias en el cielo y en la tierra por el misterio de la Purísima Concepción y por todos los demás misterios de vuestra Hija, Madre y Esposa, la gloriosísima Virgen María, especialmente

Porque en aquel instante la adornasteis con la gracia, no cualquiera, sino con una gracia singular, copiosísima, y como un caudal inmenso que creció por toda su vida con aumentos que llenan de asombro.


Os digo, Señor, con todo mi afecto, que me alegro cuanto me es posible de todas las excelencias que le concedisteis, porque son tan en honra vuestra y suya, y que deseo glorificaros por ellas por toda la eternidad; y os ofrezco ahora tres veces, el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN A LA INMACULADA MADRE DE DIOS
Dignísima Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo; poderosísima y benignísima Patrona en el Misterio de la Purísima Concepción; en vos Señora, después de Dios, pongo toda mi esperanza, y os suplico que, así como yo me alegro de todas vuestras excelencias y las venero todas en este misterio, ofreciendo por ellas alabanzas y gracias a la Santísima Trinidad, así vos, en memoria de las mismas excelencias y del mismo misterio, intercedáis por mí con la Trinidad Santísima y me tengáis siempre bajo vuestro amparo. No me dejéis, Señora, porque si no, me perderé, que yo tampoco quiero dejaros a vos; antes bien, crecer cada día más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente tres gracias: la primera, el asegurar cuanto me sea posible el entero perdón de mi vida pasada, viviendo en adelante con perpetuo horror a todo pecado. La segunda, el continuo ejercicio de las virtudes, especialmente de las propias de mi estado y de la caridad con Dios y con el prójimo. Y la tercera, una gran esperanza en la pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo y en vos, en la hora de mi muerte, alegrándose en aquellas agonías mi corazón con vuestros dulcísimos nombres, Jesús y María, hasta expirar. También os ruego, Señora, que amparéis siempre a nuestro reino, ya que sois su Patrona, y que lo hagáis florecer en la fe, en la piedad y en todas las demás felicidades.

Y ahora más particularmente alcancéis el favor que os pido en esta novena, si es a mayor gloria de Dios y más conveniente para mi salvación.

Pídase la gracia particular que se desea alcanzar en esta novena.

Imploro por intercesores con vuestra clemencia, en todas mis súplicas, al santo Ángel de mi Guarda, al Santo de mi nombre, a Santiago Apóstol, Patrón, juntamente con vos, de España y a todos los ángeles y santos, de los cuales sois la Reina, y en cuya compañía deseo y espero alabaros por todos los siglos de los siglos. Amén.

INVOCACIÓN A MARÍA INMACULADA

Opción 1 en latín:

V. Tota pulchra es, Maria.
R. Tota pulchra es, Maria.

V. Et mácula originális non est in te.
R. Et mácula originális non est in te.

V. Tu gloria Ierúsalem.
R. Tu laetítia Israel.

V. Tu honorificéntia pópuli nostri.
R. Tu advocáta peccatórum.

V. O María!
R. O María!

V. Virgo prudentíssima.
R. Mater clementíssima.

V. Ora pro nobis.
R. Intercéde pro nobis ad Dóminum Iesum Christum.

V. Immaculáta Concéptio tua, Dei Génitrix Virgo,
R. gáudium annuntiávit univérso mundo.

OREMUS: 
Deus qui per Immaculátam Virginis Conceptiónem, dignum Filio tuo habitáculum praeparásti: quaésumus, ut qui ex morte eiúsdem Filii tui praevisa, eam ab omni labe praeservásti, nos quoque mundos, eius intercessióne te pervenire concédas. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum. Amen.

Opción 2 en castellano:

V. Toda hermosa eres, María.
R. Toda hermosa eres, María.

V. Y en ti no hay mancha
R. y en ti no hay mancha original.

V. Tú eres la gloria de Jerusalén.
R. Tú, la alegría de Israel.

V. Tú, el honor de nuestro pueblo.
R. Tú, la abogada de los pecadores.

V. ¡Oh María!
R. ¡Oh María!

V. Virgen prudentísima.
R. Madre clementísima.

V. Ruega por nosotros.
R. Intercede en nuestro favor ante nuestro Señor Jesucristo.

V. Tu Inmaculada Concepción, santa Madre de Dios,
R. anunció gozo para el mundo entero.

OREMOS: 
¡Oh Dios!, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.