DÍA TERCERO:
Canto: Bendita y alabada sea la hora, en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza. Por siempre sea bendita y alabada.+ En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amen.
Director: Venid y honremos a la Santísima Virgen del Pilar
Todos: Ella es virgen Santa, luz hermosa, claro día, Ella se dignó visitar nuestra patria.
D: Cantemos himnos de honor y de alabanza
T: Ella es la gloria de nuestra raza, la alegría de nuestro pueblo, la esperanza del mundo.
D: Honremos su Pilar, faro resplandeciente, rico presente de amor.
T: Su pilar nos preside de día y de noche. En él tenemos puesta nuestra fortaleza y nuestra confianza.
D: Veneremos su santo nombre, el nombre glorioso del Pilar.
T: Ella escogió esta tierra y la santificó para vivir en ella siempre con nosotros.
D: Gloria al Padre...
T: Como era en el principio...
Rezo del Santo Rosario o la lectura propuesta para este día. Canto del Himno y petición personal.
Pueden hacerse las Preces y Oración que se propone cada día, o terminar con las siguientes aclamaciones y Oración del Pilar.
ACLAMACIONES:
D: Tenemos por guía la Columna que nunca faltó delante del pueblo.
T: Ni de día ni de noche.
D: Invocaban al Señor y Él los oía.
T: Desde la Columna de nube hablaba con ellos.
D: Me pondrá en el alto sobre una piedra y luego levantara mi cabeza sobre mis enemigos.
T: Yo estaré allí delante de Ti sobre la Piedra.
D: Corona De Oro sobre su cabeza, adornada con sello de Santidad.
T: Ornamento de gloria, obra primorosa qué cautiva las miradas.
D: Labraste con esmero un monumento en lugar elevado.
T: Una mansión para Ti en la roca.
ORACIÓN DEL PILAR:
D: Ruega por nosotros santa María del Pilar.
T: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oremos, Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido una amparo celestial a cuántos la invocan con la secular advocación del Pilar, concédenos, por su intercesión, Fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Canto (himno)
Director: Venid y honremos a la Santísima Virgen del Pilar
Todos: Ella es virgen Santa, luz hermosa, claro día, Ella se dignó visitar nuestra patria.
D: Cantemos himnos de honor y de alabanza
T: Ella es la gloria de nuestra raza, la alegría de nuestro pueblo, la esperanza del mundo.
D: Honremos su Pilar, faro resplandeciente, rico presente de amor.
T: Su pilar nos preside de día y de noche. En él tenemos puesta nuestra fortaleza y nuestra confianza.
D: Veneremos su santo nombre, el nombre glorioso del Pilar.
T: Ella escogió esta tierra y la santificó para vivir en ella siempre con nosotros.
D: Gloria al Padre...
T: Como era en el principio...
Rezo del Santo Rosario o la lectura propuesta para este día. Canto del Himno y petición personal.
Pueden hacerse las Preces y Oración que se propone cada día, o terminar con las siguientes aclamaciones y Oración del Pilar.
ACLAMACIONES:
D: Tenemos por guía la Columna que nunca faltó delante del pueblo.
T: Ni de día ni de noche.
D: Invocaban al Señor y Él los oía.
T: Desde la Columna de nube hablaba con ellos.
D: Me pondrá en el alto sobre una piedra y luego levantara mi cabeza sobre mis enemigos.
T: Yo estaré allí delante de Ti sobre la Piedra.
D: Corona De Oro sobre su cabeza, adornada con sello de Santidad.
T: Ornamento de gloria, obra primorosa qué cautiva las miradas.
D: Labraste con esmero un monumento en lugar elevado.
T: Una mansión para Ti en la roca.
ORACIÓN DEL PILAR:
D: Ruega por nosotros santa María del Pilar.
T: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oremos, Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido una amparo celestial a cuántos la invocan con la secular advocación del Pilar, concédenos, por su intercesión, Fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Canto (himno)
LECTURA PARA EL DIA TERCERO:
Cristo ha nacido de la Virgen, ya que de ella ha tomado carne, según la libre disposición del plan divino: La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros; por esto, la Virgen ha venido a ser Madre de Dios. Y es virgen y Madre al mismo tiempo, porque ha dado a luz a la Palabra encarnada, sin concurso de varón; y, así, ha conservado su virginidad por la acción milagrosa de aquel que de este modo quiso nacer. Ella es Madre, con toda verdad , de la naturaleza humana de aquel que es la Palabra divina, ya que en ella se encarnó, de ella salió a la luz del mundo, identificado con nuestra naturaleza, según su sabiduría y voluntad, con las que obra semejantes prodigios. De ellos según la carne, nació el Mesías, como dice san Pablo.
En efecto, él fue, es y será siempre el mismo; mas por nosotros se hizo hombre; el Amigo de los hombres se hizo hombre, sin sufrir por eso menoscabo alguno en su divinidad. Por mí se hizo semejante a mí, se hizo lo que no era, aunque conservando lo que era. Finalmente, se hizo hombre, para cargar sobre sí el castigo por nosotros merecido y hacernos, de esta manera, capaces de la adopción filial y otorgarnos aquel reino, del cual pedimos que nos haga dignos la gracia y misericordia del Señor Jesucristo, al cual, junto con el Padre y el Espíritu Santo, pertenece la gloria, el honor y el poder, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
(De los sermones de san Proclo de Constantinopla, obispo)
PRECES:
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la Madre de su Hijo, y supliquémosle, diciendo:Que la llena de gracia interceda por nosotros.
Tú que nos diste a María por Madre, concede, por su mediación, salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,
—y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la Madre de misericordia,
—haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.
Tú que encomendaste a María la misión de Madre de familia en el hogar de Jesús y de José,
—haz que, por su intercesión, todas las madres fomenten en sus hogares el amor y la santidad.
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
—haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos la gloria eterna.
ORACIÓN:
Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada y, en previsión de la muerte de tu Hijo, la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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