ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 24
Ha llegado la media noche, y de repente vemos en el pesebre, poco antes vació, al Divino Niño esperando, vaticinado durante cuatro mil años con tan inefables anhelos. Allí su Santísima Madre en los transportes de una adoración de la cual nada puede dar idea. José, también se acerca y le rinde homenaje, ejerciendo su misterioso e imponderable oficio de padre putativo del redentor de los hombres. La multitud de Ángeles que desciende del cielo a contemplar esa maravilla sin par hace vibrar en los aires las armonías de ese Gloria in Excelsis, que es el eco de la adoración en torno del trono del Altísimo hecho perceptible a los oídos de los pobres en la tierra. Convocados por ellos, vienen en tropel los pastores de la comarca a adorar al recién nacido y presentarle sus humildes ofrendas.
¡Oh adorable Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta novena para prepararnos al día de vuestra Navidad, queremos ofreceros nuestra pobre adoración; no la rechacéis! Venid a nuestras almas; venid a nuestros corazones llenos de amor. Encended en ellos la devoción que realmente practicada y celosamente propagada, nos conduzca a la vida eterna, librándonos del pecado y sembrando en nosotros todas la virtudes cristianas.
NOVENA A SAN PÍO DE PIETRELCINA
Páginas
- ORACIONES DE LA MAÑANA
- ORACIONES DE LA NOCHE
- ORACIONES PARA LA COMUNIÓN
- ORACIONES POR ESPAÑA
- LOS MIÉRCOLES DE SAN JOSÉ
- SANTO ROSARIO
- NOVENA A LA VIRGEN DEL ROSARIO
- NUESTRO CANAL DE YOUTUBE
- PARA REZAR Y ENCUENTRO MENSUAL
- GRUPOS DE ORACIÓN
- BIOGRAFÍA DE SAN PÍO
- EVANGELIO DEL DÍA
- VISITAS A JESÚS SACRAMENTADO QUE REZABA SAN PÍO
- BUENOS DÍAS. NOVIEMBRE
- DE LAS CARTAS DE SAN PÍO. NOVIEMBRE
martes, 24 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 9
lunes, 23 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 8
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 23
Llegan a Belén José y María, buscando hospedaje, pero no lo encuentran. Todo está lleno por causa del censo. Ellos eran pobres y no podían pagar por privilegios. Pero nada puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimenta tristeza cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño, sonreía también con santa tranquilidad cuando fijaba la mirada en su casta esposa que le animaba. El Niño aun no nacido aceptaba aquellas negativas que eran el preludio de las humillaciones venideras. Esas humillaciones no lo alejan. El vino a buscar a los pecadores.
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 23
Llegan a Belén José y María, buscando hospedaje, pero no lo encuentran. Todo está lleno por causa del censo. Ellos eran pobres y no podían pagar por privilegios. Pero nada puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimenta tristeza cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño, sonreía también con santa tranquilidad cuando fijaba la mirada en su casta esposa que le animaba. El Niño aun no nacido aceptaba aquellas negativas que eran el preludio de las humillaciones venideras. Esas humillaciones no lo alejan. El vino a buscar a los pecadores.
domingo, 22 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 7
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 22
Meditemos en el viaje de Sta. María y San José hacia Belén; llevando consigo, aun no nacido, al creador del universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y obediencia de ese divino Niño que aunque de raza judía y habiendo amado a su pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de la población de su provincia. Vive esa circunstancia y sus padres también la han de sufrir. Ellos no entendían todo pero aceptaron por fe. Nosotros también vivimos en un mundo donde los fuertes se imponen, pero si confiamos en Dios veremos maravillas.
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 22
Meditemos en el viaje de Sta. María y San José hacia Belén; llevando consigo, aun no nacido, al creador del universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y obediencia de ese divino Niño que aunque de raza judía y habiendo amado a su pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de la población de su provincia. Vive esa circunstancia y sus padres también la han de sufrir. Ellos no entendían todo pero aceptaron por fe. Nosotros también vivimos en un mundo donde los fuertes se imponen, pero si confiamos en Dios veremos maravillas.
sábado, 21 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 6
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 21
Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de Jesús y Maria, y allí era de creer que iba a nacer, según todas las posibilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera y los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de David. Para que se cumpliese esta predicción, Dios se sirvió de un medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto a saber: la orden dada por el emperador Augusto de que todos los súbditos del imperio romano se empadronasen en el lugar de donde eran originarios. María y José, como eran descendientes de David, estaban obligados a ir a Belén.
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 21
Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de Jesús y Maria, y allí era de creer que iba a nacer, según todas las posibilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera y los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de David. Para que se cumpliese esta predicción, Dios se sirvió de un medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto a saber: la orden dada por el emperador Augusto de que todos los súbditos del imperio romano se empadronasen en el lugar de donde eran originarios. María y José, como eran descendientes de David, estaban obligados a ir a Belén.
viernes, 20 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 5
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 20
Ya hemos visto la vida que llevaba el Niño Jesús en el seno de su purísima Madre; veamos hoy la vida que llevaba también María durante el mismo tiempo. María, llena de esperanza, deseaba contemplar la faz de Dios encarnado. Estaba a punto de ver aquella faz humana que debía iluminar el cielo durante toda la eternidad. Iba a verle en la ignorancia aparente de la infancia, en los encantos particulares de la juventud y en su revelación pública de la edad madura.
jueves, 19 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 4
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 19
Desde el seno de su Madre comenzó el Niño Jesús a poner en práctica su eterna sumisión a Dios, que continuó sin la menor interrupción durante toda su vida. Adoraba a su Eterno Padre, le amaba, se sometía a su voluntad, aceptaba su humanidad con todas sus limitaciones para enseñarnos a nosotros a vivir como hombres y expiar nuestro orgullo, origen de todos nuestros pecados. ¿Quienes de nosotros quisiera retroceder a un estado semejante en el pleno goce de la razón y la reflexión?
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 19
Desde el seno de su Madre comenzó el Niño Jesús a poner en práctica su eterna sumisión a Dios, que continuó sin la menor interrupción durante toda su vida. Adoraba a su Eterno Padre, le amaba, se sometía a su voluntad, aceptaba su humanidad con todas sus limitaciones para enseñarnos a nosotros a vivir como hombres y expiar nuestro orgullo, origen de todos nuestros pecados. ¿Quienes de nosotros quisiera retroceder a un estado semejante en el pleno goce de la razón y la reflexión?
miércoles, 18 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 3
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 18
Jesús fue un bebé en el vientre de su madre. Consideremos su pequeñez, su total dependencia, como niño, en su madre. Adorémosle porque ese bebé es Dios. Consideremos que el niño es el Señor de toda la creación a quién obedecen los ángeles. Es mas poderoso que todos los ejércitos que jamás existieron o existirán. Viene, sin embargo humilde y débil para enseñarnos a amar.
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 18
Jesús fue un bebé en el vientre de su madre. Consideremos su pequeñez, su total dependencia, como niño, en su madre. Adorémosle porque ese bebé es Dios. Consideremos que el niño es el Señor de toda la creación a quién obedecen los ángeles. Es mas poderoso que todos los ejércitos que jamás existieron o existirán. Viene, sin embargo humilde y débil para enseñarnos a amar.
Jesús fue un bebé en el vientre de su madre. Consideremos su pequeñez, su total dependencia, como niño, en su madre. Adorémosle porque ese bebé es Dios. Consideremos que el niño es el Señor de toda la creación a quién obedecen los ángeles. Es mas poderoso que todos los ejércitos que jamás existieron o existirán. Viene, sin embargo humilde y débil para ense
martes, 17 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESÚS 2
Día segundo
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍASAl PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DÍA
Diciembre 17
El verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazaret. Maria estaba sola y embebida en oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión mas estrecha con Dios. El arcángel Gabriel la visita con el mensaje divino, pide su consentimiento. El creador no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura. Ella da su FIAT. Entonces, el Verbo Eterno se encarnó en ella convirtiéndola en su madre.
l Diciembre 17
El verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazaret. Maria estaba sola y embebida en oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión mas estrecha con Dios. El arcángel Gabriel la visita con el mensaje divino, pide su consentimiento. El creador no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura. Ella da su FIAT. Entonces, el Verbo Eterno se encarnó en ella convirtiéndola en su madre.
lunes, 16 de diciembre de 2019
NOVENA AL NIÑO JESUS 1
DIA PRIMERO
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Al PADRE
Dios Padre de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les entregaste a vuestro Hijo amado, para que hecho hombre en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, os damos gracias por tan soberano beneficio. Agradecido, os ofrezco todas las virtudes de vuestro Hijo, suplicándoos por los divinos méritos de su nacimiento, por su pobreza, humildad y por las lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones como tu humilde morada para siempre. Que allí te recibamos limpios de pecados, con humildad profunda, con amor encendido y con despego de todo lo terreno. Amén (Se reza tres veces el Gloria)
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, Dios quiso escogerte para que seas su madre; os suplico que vos misma prepareis y dispongais mi alma y la de todos, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y tierno amor con que le recibisteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. - Rezar: Avemaría.
A SAN JOSÉ
¡Oh Santísimo José!, esposo de la Virgen María y padre putativo de Jesús. Gracias a Dios que te escogió y a ti por responder con tanta virtud. Dios te dotó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me ayudes a tener el mismo fervor para recibirle en la Eucaristía. Amén. -Rezar: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Vos, ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis nuestra súplica. Amen.
GOZOS:
Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiensa suma
Del Dios soberano,
Que al nivel de un niño Te hallas rebajado!
¡Oh Divino infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto Presentas al orbe Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente
Sol de eternos rayos
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus labios!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor roció
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Ven que ya Maria
Previene sus brazos
De su Niño vean
En tiempo cercano!
¡Ven que ya José
con anhelo sacro
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
CONSIDERACIÓN PARA CADA DIA:
Diciembre 16
La vida del Verbo Eterno en el seno de su padre era una vida maravillosa; y sin embargo, ¡misterio sublime! Busca otra morada. Una mansión creada. No era porque en su mansión eterna faltase algo a su infinita felicidad, sino porque su misericordia infinita anhelaba la redención y la salvación del género humano, que sin El no podría realizarse. El pecado de Adán había ofendido a Dios, y esa ofensa no podía ser perdonada sino por los méritos del mismo Dios. La raza de Adán había desobedecido y merecido un castigo eterno; era, pues, necesario para salvarla y satisfacer su culpa que Dios se encarnara y obediente a los designios de su Padre, expiase aquella desobediencia, ingratitud y rebeldía. Por eso el Verbo Eterno, ardiendo en deseos de salvar al hombre, resolvió hacerse hombre y así redimir al culpable.
sábado, 2 de noviembre de 2019
NOVENA POR ESPAÑA
Novena para pedir al Sagrado Corazón de Jesús por España
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de España.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, perdona a España.
Corazón de Jesús, Unido sustancialmente al Verbo de Dios, perdona a España.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Madre Virgen, perdona a España.
Corazón de Jesús, herido por nuestros pecados, perdona a España.
Santa María, intercede por España.
Santa Madre de Dios, intercede por España.
Virgen la más pura, intercede por España.
San José, ruega por España.
Santiago Apóstol, ruega por España.
San Ildefonso de Toledo, ruega por España.
San Isidoro de Sevilla, ruega por España.
San Fernando, Rey, ruega por España.
Santo Domingo de Guzmán, ruega por España.
San Vicente Ferrer, ruega por España.
San Ignacio de Loyola, ruega por España.
San Francisco Javier, ruega por España.
San Francisco de Borja, ruega por España.
Santa Teresa de Jesús, ruega por España.
San Juan de la Cruz, ruega por España.
San Pedro de Alcántara, ruega por España.
San Juan de Ávila, ruega por España.
San Juan de Dios, ruega por España.
Santa Rosa de Lima, ruega por España.
San Martín de Porres, ruega por España.
Santo Tomás de Villanueva, ruega por España.
San Antonio María Claret, ruega por España.
Españoles de todos los tiempo y tierras que son o fueron España y ahora, triunfantes, reináis con Cristo y María. Rogad por España.
Oremos: Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor y consagración, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oh Dios, Padre nuestro, te alabamos y damos gracias, acompaña los pasos de nuestra nación, a veces difíciles pero llenos de esperanza, Haz que veamos los signos de tu presencia y experemintemos la fuerza de tu amor que nunca disminuye.
Señor Jesús, Hijo de Dios y Salvador del mundo, hecho hombre en el seno de la Virgen María, te confesamos nuestra Fe. Tu Evangelio sea luz y vigor para nuestra reflexiones personales y sociales. Tu ley de amor conduzca nuestra comunidad civil con justicia y solidaridad, con reconciliación y paz, con unidad y en libertad.
Espíritur Santo, amor del Padre y del Hijo, te invocamos con confianza. Tú que eres maestro interior, desvélanos los pensamientos y los caminos de Dios. Concédenos mirar los acontecimientos humanos con ojos limpios y penetrantes, conservar la herencia de santidad y civilización propia de nuestro pueblo y convertirnos en la mente y el corazón para renovar nuestra sociedad.
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, reina de misericordia, mira a este pueblo tuyo, a esta tierra denominada “de María", ayúdanos, muéstranos a Jesús y que contigo los pueblos y gentes de España hagamos lo que Dios quiere de nosotros, que siempre será lo mejor.
LETANÍAS:
Dios, Padre Celestial, ten misericordia de España.
Dios Hijo, Redentor del Mundo, ten misericordia de España. Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de España.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, perdona a España.
Corazón de Jesús, Unido sustancialmente al Verbo de Dios, perdona a España.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Madre Virgen, perdona a España.
Corazón de Jesús, herido por nuestros pecados, perdona a España.
Santa María, intercede por España.
Santa Madre de Dios, intercede por España.
Virgen la más pura, intercede por España.
San José, ruega por España.
Santiago Apóstol, ruega por España.
San Ildefonso de Toledo, ruega por España.
San Isidoro de Sevilla, ruega por España.
San Fernando, Rey, ruega por España.
Santo Domingo de Guzmán, ruega por España.
San Vicente Ferrer, ruega por España.
San Ignacio de Loyola, ruega por España.
San Francisco Javier, ruega por España.
San Francisco de Borja, ruega por España.
Santa Teresa de Jesús, ruega por España.
San Juan de la Cruz, ruega por España.
San Pedro de Alcántara, ruega por España.
San Juan de Ávila, ruega por España.
San Juan de Dios, ruega por España.
Santa Rosa de Lima, ruega por España.
San Martín de Porres, ruega por España.
Santo Tomás de Villanueva, ruega por España.
San Antonio María Claret, ruega por España.
Españoles de todos los tiempo y tierras que son o fueron España y ahora, triunfantes, reináis con Cristo y María. Rogad por España.
Oremos: Oh Dios, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor y consagración, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
jueves, 24 de octubre de 2019
NOVENA A LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO
¡VACIEMOS EL PURGATORIO! (Santo Padre Pío)
Por la señal de la santa Cruz +
ACTO DE CONTRICIÓN: Señor mío Jesucristo...
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame, defiéndeme
y gobiérname. Amén
OFRECIMIENTO PARA TODOS LOS DÍAS:
¡Padre celestial! ¡Padre amorosísimo! que para salvar las almas quisisteis que vuestro Hijo unigénito, haciéndose hombre, se sujetase a la vida más pobre y mortificada y derramase su sangre en la cruz por nuestro amor! ¿Cómo dejarías sufrir largo tiempo en el purgatorio a unas almas que tanto costaron a Jesucristo y que son vuestras hijas amadísimas? ¿Cómo permitirías que fuese malograda sangre de tan gran valor? Compadeceos, pues, de estas pobrecitas almas y libradlas de sus penas y tormentos. Compadeceos también de la mía y libradla de la esclavitud del vicio. Y si vuestra justicia pide satisfacción por las culpas cometidas yo os ofrezco por las obras buenas que haga en este novenario. ¡Ah!, de ningún valor, son en verdad; pero las uno con los méritos infinitos de vuestro Hijo divino, con los dolores de su Madre Santísima y con las virtudes heroicas de cuantos han existido en la tierra. Miradnos a todos, vivos y difuntos, con ojos de compasión y haced que celebremos un día vuestras misericordias en el eterno descanso de la gloria. Amén.
ORACIÓN DÍA PRIMERO, 24 octubre:
(Reemplazar aquí las consideraciones para los siguientes días, Segundo día, Tercer día, etc...)
Muchas son las penas que sufren las benditas almas del Purgatorio pero la mayor de ellas consiste en pensar que por los pecados que cometieron en vida han sido ellas mismas la causa de sus propios sufrimientos.
¡Oh Jesús, Salvador mío!, yo que tantas veces he merecido el infierno, ¿cuánta pena no experimentaría ahora, si me viese condenado al pensar que yo mismo había sido la causa de mi condenación? Gracias os doy por la paciencia que conmigo habéis tenido, dadme gracia para apartarme de las ocasiones de ofenderos y tened piedad de las almas que sufren en aquel fuego por causa mía.
Y Vos, ¡Oh María, Madre de Dios! socorredlas con vuestros poderosos ruegos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
pida cada uno lo que desea conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio y por su intercesión.
LAMENTOS:
Oíd, mortales piadosos, y ayudadnos a alcanzar: Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Oh vosotros, caminantes, suspended, oíd, parad, bastará sólo el oírnos a mover vuestra piedad!
Hoy pide nuestra aflicción que queráis cooperar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
No hay dolor, tormento, pena, martirio, cruz ni aflicción,
que lleguen a ser pintura de nuestra menor pasión;
solo alivia nuestros males de vuestro amor esperar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Aquí estoy en purgatorio de fuego en cama tendido,
siendo mi mayor tormento la ausencia de un Dios querido,
padezco sin merecer, por mí no basta alcanzar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Ay de mí, ay, Dios severo, ay llama voraz, activa, ay bien merecido fuego, ay conciencia, siempre viva, ay justicia, que no cesa, ay cuándo se ha de acabar!
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
¡Ay culpa, lo que me cuestas, no imaginé tu fiereza, pues con tal tormento pago lo que juzgué ligereza! ¡Cielos, piedad, basta, cielos! ¿Cuándo el día ha de llegar?
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Todo lo que aquí padezco, es justo, santo y debido, pues no se purga con menos, haber a un Dios ofendido, ¡Ay, que puede no ofenderle! ¡Ay, que no hay más que esperar!
Que Dios nos saque de penas, y nos lleve a descansar.
Padres, hermanos, amigos: ¿dónde está la caridad? ¿Favorecéis a un extraño. y para mí no hay piedad? ¡Ea, venga una limosna, siquiera sea el rogar!
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Hijo ingrato que paseas tan ricamente vestido, y a costa de mis sudores descansas en tanto olvido: ¡mira a tu padre quemando, y lo puedes remediar!
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Quizá en ti sería arbitrario, no obligación de justicia; pues no cumples testamento, aquí estoy por tu malicia; abre los ojos, despierta, paga, haciendo acelerar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Hermanos en Jesucristo, los que oís estos suspiros, si queréis, podéis sacarnos de estos lóbregos retiros, a la Virgen y a los santos pedidles quieran mediar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
De Getsemaní en el Huerto sangre sudó el Redentor, contemplando de estas penas el gran tormento y rigor: al Padre Eterno se ofrece, no cesando allí de orar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
En vista de tal piedad, no te olvides, oh mortal, de este pío camposanto, cementerio de hospital; sigue, pues, la cofradía que tierna te insta a clamar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Atiende y mira, cristiano, aquí en este cementerio tal vez tus padres y deudos esperan de ti el remedio; sufragios y sacrificios te suplican sin cesar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
Fieles cristianos, amigos, dad crédito a estos lamentos, obrad bien, fuera culpas, para huir de estos tormentos.
¡Socorro, piedad, alivio! concluimos con gritar.
Oíd mortales piadosos y ayudadnos a alcanzar:
Que Dios nos saque de penas y nos lleve a descansar.
ORACIÓNES FINALES PARA CADA DÍA
Recibid, Señor Dios mío, cuantos sacrificios os ha ofrecido y ofrece hoy por todo el mundo vuestra santa esposa, la santa Iglesia, y os suplico los apliquéis al alivio y descanso de las afligidas almas por quienes hago esta novena. Por los acerbos dolores de vuestra Madre Santísima en el día de vuestra dolorosa Pasión, dadles, Señor, refrigerio. Convertid a los pecadores, salvad a los agonizantes y a mí concededme la santificación en mi estado y la gracia particular que os pido, si es de vuestro beneplácito. Amén.
ORACIÓN
¡Abrevia, oh Padre bondadoso! las angustias que sufren las almas queridas en el Purgatorio. No dilates, Señor, el término de sus penas, la sangre del Calvario satisfaga tu Justicia y dígnate admitirla en tu Santa Gloria, en donde nos veamos todos y podamos ensalzar tus misericordias eternamente. Amen.
ORACIONES PARA EL DíA SEGUNDO, 25 octubre:
La segunda pena que aflige en alto grado a estas benditas almas es el tiempo que en vida perdieron, durante el cual habrían podido adquirir mayores méritos para el cielo, y el pensamiento de que esta pérdida es para siempre irreparable terminando con la vida el tiempo de merecer.
¡Infeliz de mí, oh Señor, que por espacio de tantos años he vivido en la tierra no mereciendo sino los castigos del infierno!
Gracias os doy porque todavía me concedéis tiempo para remediar el mal que he hecho y el bien que he dejado de hacer.
Concededme vuestro socorro para que lo que me queda en vida, lo empleé únicamente en serviros y en amaros. Tened piedad de mí y de esas almas benditas que arden en el Purgatorio por no haber empleado como debían el tiempo que Vos les disteis para su santificación.
Y Vos, ¡oh María, Madre de Dios! socorredlas con vuestros poderosos ruegos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA TERCERO, 26 octubre:
Otra de las mayores penas que afligen a esas benditas ánimas es la vista espantosa de los pecados que están expiando. En la vida presente no se conoce la fealdad del pecado, pero bien se conoce en la otra, y este conocimiento es uno de los más vivos dolores que sufren las almas en el Purgatorio.
¡Oh Dios mío!, os amo sobre todas las cosas porque sois infinita bondad; duélome con todo mi corazón de haberos ofendido; concededme la santa perseverancia; tened piedad de mí y de aquellas santas almas atormentadas con la vista de los pecados que no quisieron evitar y cometieron sin horror.
Y Vos ¡Oh María, Madre de Dios! socorredlas con vuestros ruegos poderosos y rogad también por nosotros que estamos aún en peligro de condenarnos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA CUARTO, 27 octubre:
Una de las penas que más afligen a aquellas almas, esposas de Jesucristo, es el pensar que en vida, por sus culpas, disgustaron a aquel Dios a quien tanto aman. Se han visto penitentes morir de dolor al pensar que habían ofendido a un Dios tan bueno. Mucho mejor que nosotros conocen las almas del Purgatorio cuán amable es Dios y por consiguiente lo aman con todas sus fuerzas; por eso, al pensar que lo disgustaron en la vida, experimentan un dolor superior a todo otro dolor.
¡Oh, Dios mío!, y yo que os ofendo con tanta facilidad, sin que me mueva lo mucho que habéis hecho por mí, ni las penas que me esperan en el Purgatorio; tened piedad de mí y de aquellas santas almas que arden en ese fuego por el desprecio que hicieron de las faltas veniales y que ahora os aman de todo corazón.
Y Vos, oh María, protegednos a nosotros para que acertemos a llevar vida perfecta y socorredlas a ellas para que mitiguen sus dolores.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA QUINTO, 28 octubre:
Otra de las grandes penas que afligen a aquellas benditas almas es el sufrir aquel fuego sin saber cuándo tendrán fin sus tormentos. Es verdad que tienen la certidumbre de verse un día libres de ellos; pero la incertidumbre del tiempo en que se habrán de acabar, les causa un gravísimo tormento.
¡Oh, Señor, qué desgracia tan grande sería la mía si me hubieseis enviado al infierno, a esa cárcel de tormentos, teniendo la seguridad de no salir de ella jamás! Gracias os doy conmigo; perdonadme, que quisiera antes morir que volver a ofenderos. Tened piedad de mí y de las benditas almas que en la tierra no han temido bastante las penas del Purgatorio. Y Vos, oh Madre de Dios y Madre mía, socorredlas con vuestro poder y abreviad el tiempo que las espera de la eterna posesión de Dios.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA SEXTO, 29 octubre:
Cuanto mayor es el consuelo que aquellas benditas almas les causa el recuerdo de la Pasión de Jesucristo, por cuya virtud se salvaron, y del Santísimo Sacramento del Altar, que les proporcionó y aún les proporciona tantas gracias, por medio de misas y comuniones tanto más les atormenta el pensamiento de no haber correspondido en vida a estos dos grandes beneficios del amor de Jesucristo.
Òh Dios mío! Vos moristeis también por mí, y os habéis dado muchas veces a mí en la sagrada comunión, y yo siempre os he correspondido con negra ingratitud; más ahora os amo sobre todas las cosas, oh Supremo Bien mío! me arrepiento muy de todo corazón de haberos ofendido y con vuestra gracia propongo la enmienda. Dádmela Señor, y tened piedad de mí y de las almas que arden en el fuego del Purgatorio por la poca estima que hicieron de vuestra dolorosa pasión y por las comuniones omitidas por negligencia, o hechas con tibieza.
Y Vos, oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, interceded por ellas para que obtengan el perdón.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA SEPTIMO, 30 octubre:
Aumentan también las penas de aquellas benditas almas todos los beneficios particulares que recibieron de Dios, como el haber recibido el bautismo, el haber nacido en país católico, el haberles esperado Dios a penitencia y alcanzar el perdón de sus pecados tantas veces; porque todos esos favores les hacen conocer mejor la ingratitud con que han correspondido a Dios.
Pero, ¡Dios mío! ¿quién ha sido más ingrato que yo? Vos me habéis esperado con tanta paciencia, me habéis perdonado tantas veces con amor, y yo, después de tantas promesas, os he vuelto a ofender. No me arrojéis al infierno porque os quiero amar y en el infierno no podría hacerlo. Tened lástima de mi alma y piedad de las del Purgatorio, que por sus muchas culpas se han hecho menos acreedoras a vuestra misericordia.
Y Vos, oh Madre de misericordia, mitigad con vuestro poder sus sufrimientos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA OCTAVO, 31 octubre:
Otra pena, en extremo amarga para aquellas benditas almas, es el pensar que durante su vida uso Dios con ellas de muchas misericordias especiales que no tuvo con los demás, y ellas con sus pecados le obligaron a que las condenara al infierno, aunque después por su misericordia las haya perdonado y salvado, viéndolas arrepentidas.
Vedme aquí, ¡oh Dios mío! Yo soy uno de aquellos ingratos que después de haber recibido de Vos tantas gracias, he despreciado vuestro amor y os he obligado a condenarme al infierno. Gracias os doy por la misericordia y paciencia que habéis tenido en esperarme, me arrepiento con toda mi alma de haberos ofendido, y propongo la enmienda con vuestra gracia. Tened piedad de mí y de aquellas benditas almas que habiendo podido llegar a un alto grado de perfección en la tierra, merecen ahora estar más tiempo en el Purgatorio por sus continuas infidelidades a los llamamientos a vuestra gracia.
Y Vos, Virgen fidelísima, interponed vuestros méritos en su favor.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
ORACIONES PARA EL DÍA NOVENO, 1 noviembre:
Grandes son las penas que sufren aquellas santas almas: el fuego, el tedio, la oscuridad, la incertidumbre del tiempo en que han de verse libres de aquella cárcel; pero de todas, la mayor para esas santas esposas, es la de verse separadas de su divino Esposo y privadas de su vista y presencia.
¡Oh Dios mío! ¿cómo he podido yo vivir tantos años lejos de Vos, privado de vuestra gracia? ¡Oh Bondad infinita! os amo sobre todas las cosas, me arrepiento con todo mi corazón de haberos ofendido y quisiera antes morir que volver a ofenderos.
Concededme la santa perseverancia y no permitáis que vuelva a caer otra vez en vuestra desgracia. Os suplico tengáis piedad de las almas del Purgatorio, especialmente las de mis padres, mis hermanos, mis parientes, mis amigos... y de todos aquellos por quienes mi corazón y mi conciencia me obligan a pediros con más empeño; que no sea por mi indiferencia o por mis culpas por lo que ellas permanezcan allí alejadas de Vos. Abreviad el tiempo de su destierro y admitidlas cuanto antes a la dicha de amaros para siempre en el cielo.
Y Vos, ¡oh dulce Virgen María, consoladora de los afligidos, Madre de nuestro Salvador Jesús y de todos los fieles. Vos sois también la Madre de las pobres almas que sufren en el Purgatorio, yo imploro con confianza la inmensa bondad de vuestro Corazón y os ruego intercedáis con vuestro divino Hijo, para que por los méritos de su santo sacrificio en la cruz, obtengan el alivio y la libertad a que aspiran. Así sea.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
LAMENTOS Y ORACIONES FINALES...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)