NOVENA QUE PADRE PÍO REZABA AL CORAZÓN DE JESÚS:
Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío, porque creo en vuestro amor para conmigo.
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en Tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en Tu Nombre la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío, porque creo en vuestro amor para conmigo.
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío, porque creo en vuestro amor para conmigo.
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo y virginal del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
CONSIDERACIONES DE PADRE PÍO PARA CADA DÍA DE LA NOVENA:
DÍA 1. El Corazón de Jesús sea el centro de todas tus inspiraciones (ASN, 44). Jesús mío, dulzura mía, ¿y cómo puedo vivir sin ti? Ven siempre, Jesús mío, ven; entra a poseer Tú solo mi corazón (AD, 54).
DÍA 2. Jesús, Tú vienes siempre a mí. ¿Con qué te debo alimentar?... ¡Con el amor! Pero mi amor es engañoso. Jesús, te quiero muchísimo. Suple mi falta de amor (AD, 36).
DÍA 3. Recordemos que el Corazón de Jesús nos ha llamado no sólo para nuestra santificación, sino también para la santificación de otras almas. Él quiere ser ayudado en la salvación de las almas (AP).
DÍA 4. Al asistir a la santa Misa renueva tu fe y medita cuál es la víctima que se inmola por ti a la Divina Justicia, para aplacarla y volverla propicia (LdP, 66).
DÍA 5. Jesús mío, mi dulzura, mi amor, amor que me sostiene (AD, 50).
DÍA 6. Jesús sea para ti, siempre y en todo, escolta, apoyo y vida! (ASN, 44).
DÍA 7. Oh, si tuviese un número infinito de corazones, todos los corazones del cielo y de la tierra, el de tu Madre... todos, todos, oh Jesús, te los ofrecería a ti (AD, 54).
DÍA 8. El Corazón de nuestro divino Maestro no tiene ley más amable que la de la dulzura, la de la humildad y la de la caridad (CE, 1l).
DÍA 9. Jesús mío, salva a todos, yo me ofrezco como víctima por todos; dame fuerzas, toma este corazón, llénalo de tu amor y después mándame lo que quieras (AD, 53).
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