jueves, 16 de septiembre de 2021

NOVENA EN HONOR DE SAN PÍO DE PIETRELCINA

TERCER DÍA. 16 DE SEPTIEMBRE.

LA HUMILDAD DE CORAZÓN.

Si es posible, la novena se reza ante una imagen, cuadro o estampa de san Pío de Pietrelcina.

Antífona de entrada:

En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: « Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños» (Mt 11, 25).

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

R. Amén.

Del evangelio según San Lucas (14, 8-11)

Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga: «Cédele el puesto a este». Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: «Amigo, sube más arriba». Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

De una carta del Padre Pío a Annita Rodete. Epistolario III, pág. 50.

Cuanto más crezcan las gracias y los favores de Jesús en tu alma, más debes humillarte, imitando siempre la humildad de nuestra Madre del cielo, la cual, en el instante en que llega a ser Madre de Dios, se declara sierva y esclava del mismísimo Dios. En las cosas prósperas y adversas que te sucedan, humíllate siempre bajo la mano poderosa de Dios, aceptando con humildad y paciencia, no sólo aquellas cosas que son de tu agrado, sino también, y con humildad y paciencia, todas las tribulaciones que él te mande para hacerte cada vez más grata a él y más digna de la patria celestial.

Jaculatoria:

Oh glorioso San Pío, enséñanos a orar con humildad de corazón para encontrarnos entre los pequeños del evangelio.

Oración:

Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Pío, presbítero, la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo, y por su ministerio renovaste las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que, asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

(Se pide la gracia que se desea alcanzar).

Tres Gloria al Padre.

San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros. 

A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:

¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío

¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío

¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío

Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

Bendición: 

Si la novena está dirigida por un sacerdote, se puede concluir con la bendición; en caso contrario se concluye de la manera siguiente:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

R. Amén.

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