Hoy el Evangelio nos presenta a María, "La Virgen concebirá y dará a luz un Hijo". Ella será la protagonista en este tiempo que resta hasta la Navidad.
También celebramos hoy 18 de diciembre, La Expectación del Parto de la Santísima Virgen, también llamada Fiesta de la O. Esta fiesta se celebra una Octava antes de Navidad, destinada toda a preparamos para el nacimiento del Salvador, por medio de una devoción particular al parto de su Santísima Madre.
Como la Anunciación de la Virgen era a un mismo tiempo la Encarnación del Verbo y la Concepción de Jesucristo, se celebraba su fiesta en la Iglesia desde los primeros tiempos el 25 de Marzo con una solemnidad general. Pero como esta fiesta caía algunas veces en Semana Santa, y aun en Viernes Santo, o en la semana de Pascua, se hallaba inconveniente en celebrar la Encarnación del Verbo en un tiempo que estaba destinado a solemnizar la memoria de su Pasión y Muerte o el triunfo de su Resurrección.
Este inconveniente obligó a los Obispos del Concilio X de Toledo, celebrado el año 656, a trasladar esta fiesta al día 18 de Diciembre, ocho días antes de Navidad, como a un tiempo únicamente consagrado a celebrar la Encarnación del Hijo de Dios, y la divina Maternidad de la Santísima Virgen, para que así como la fiesta de Navidad tiene una Octava solemne, así también la fiesta de la Madre de Dios no careciese de esta santa solemnidad y darle una Octava entera en tiempo de Adviento.
San Ildefonso, sucesor de San Eugenio en la Silla de la Iglesia de Toledo, y uno de los más devotos de la Madre de Dios, y muy celoso de su culto, confirmó este establecimiento, y fue quien le dio el nombre de Expectación del Parto de la Virgen Santísima, para dar a entender a los fieles, que aunque en todo el Adviento deben pedir y desear fervorosamente con la Iglesia el Nacimiento del Salvador, pero particularmente deben estos ocho días aumentar sus deseos, sus suspiros por el sagrado Parto de la Santísima Virgen.
Aunque la Iglesia Católica no hace otra fiesta de la Anunciación fuera de la del 25 de Marzo.
Esta fiesta de la Expectación de la Virgen es llamada también la fiesta de la O a causa de los grandes deseos que manifiesta la Iglesia durante estos ocho días de ver nacer al Salvador del mundo y lo explica por medio de unas Antífonas particulares, que comienzan todas por la letra O:
Esta fiesta de la Expectación de la Virgen es llamada también la fiesta de la O a causa de los grandes deseos que manifiesta la Iglesia durante estos ocho días de ver nacer al Salvador del mundo y lo explica por medio de unas Antífonas particulares, que comienzan todas por la letra O:
O Sapientia, O Adonai, O Radix Iesse, O Clavis David, O Oriens Splendor, O Rex gentium, O Enmanuel; y que acaban todas con un "Veni": Ven a enseñarnos el camino de la prudencia. Ven Señor a redimirnos con la fuerza de tu poderoso brazo. Ven Hijo de David a ponernos en libertad, y no tardes. Ven Llave de David y Rey de Israel, y saca de la cárcel a los que gimen en las tinieblas y sombra de la muerte. Ven luz del eterno día, Sol de justicia y disipa las tinieblas en que vivimos. Ven Rey de las naciones y salva al hombre que formaste de la tierra: finalmente, ven Emmanuel Dios Grande, que quieres venir a habitar con nosotros; ven a salvarnos pues eres nuestro Señor y nuestro Dios.
Esto es lo que se llama las "Oes", las que como se ve, no son otra cosa sino unas cortas pero ardientes súplicas sacadas todas de los más notables pasajes de la Escritura.
Esta misma Expectación hacia prorrumpir a Isaías en estas expresiones de entusiasmo y que leemos en la liturgia estos días: "Cielos, enviad de lo alto vuestra rocío y hagan las nubes que el Justo baje como una lluvia; ábrase la tierra y brote al Salvador y nazca la justicia al mismo tiempo; Ojalá rompieras los Cielos y bajaras..."
Qué grande era la devoción de Padre Pío a la Santísima Virgen, él la llamaba "su mammusía". Su primer peregrinaje siendo un niño de 8 años fue a la Virgen de Pompey, La Virgen del Rosario cerca de Napoles.
Pidamos esta semana a Padre Pío que nos ayude a prepararnos para el Nacimiento de Jesús a través del rezo del Santo Rosario. que él interceda por todas las necesidades de la Iglesia y de nuestro Grupo de Oración Padre Pío Nuestra Señora del Rosario de cuenca.
Esta misma Expectación hacia prorrumpir a Isaías en estas expresiones de entusiasmo y que leemos en la liturgia estos días: "Cielos, enviad de lo alto vuestra rocío y hagan las nubes que el Justo baje como una lluvia; ábrase la tierra y brote al Salvador y nazca la justicia al mismo tiempo; Ojalá rompieras los Cielos y bajaras..."
Qué grande era la devoción de Padre Pío a la Santísima Virgen, él la llamaba "su mammusía". Su primer peregrinaje siendo un niño de 8 años fue a la Virgen de Pompey, La Virgen del Rosario cerca de Napoles.
Pidamos esta semana a Padre Pío que nos ayude a prepararnos para el Nacimiento de Jesús a través del rezo del Santo Rosario. que él interceda por todas las necesidades de la Iglesia y de nuestro Grupo de Oración Padre Pío Nuestra Señora del Rosario de cuenca.
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