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sábado, 30 de marzo de 2024

SÁBADO SANTO

SABADO SANTO

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

SÁBADO SANTO 

ES QUITADO CRISTO DE LA CRUZ Y SEPULTADO 

1.- José, que era el también discípulo de Jesús, aunque oculto por miedo de los judíos, entró con osadía a Pilatos, y le pidió el cuerpo de Jesús (1). Uno solo pide el cuerpo de Jesús, estando puesto en la cruz. ¡Qué pocos son los que aman a Jesús crucificado! Antes estaba oculto por temor: ya se declara por discípulo de Jesús, pendiente de un leño. Este es el fruto de la pasión. No creeré que es en ti vacía, si conoces a Dios y le sigues en la confusión y vileza, y esto lo ejecutes con osadía y sin recelar peligro alguno. 

2.- Vino también Nicodemus, trayendo una mixtura, etc. (2). Dos solos, pues, de todos los discípulos de Cristo son los que testifican su afecto a Jesús crucificado. Atrévete tú a ser el tercero. Nota los obsequios que usaron con Cristo. Bajan el cuerpo de la cruz, le embalsaman, le envuelven en una sábana, y siendo unos hombres ilustres, llevan sobre sus hombros el cuerpo de Aquel que fue tenido por tan infame. Mira como sujetan su nobleza a Cristo despreciado, para que Tú al mismo, envilecido por ti, no le niegues tu vileza. Ejercita los mismos oficios en los miembros de Cristo, que son tus prójimos: libra de la cruz a los afligidos con espirituales consuelos: aromatízalos, volviendo por su fama: envuelve en la sábana del silencio sus defectos. 

3.- Y le puso en su sepulcro nuevo, que había cavado en una peña, y revolvió una grande piedra a la puerta del sepulcro (3). Sepultas en tu corazón a Cristo cada vez que le recibes. Sea el sepulcro nuevo en quien no haya entrado jamás ningún otro siniestro afecto: esté en la peña de la inmovilidad y constancia: ciérralo con la piedra de propósitos eficaces: cércalo de las guardas de santos pensamientos. 

(1) Matth.,27; Joan., 19; Marc., 15.  (2) Joan., 19.  (3) Matth., 27.  

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

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