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jueves, 29 de febrero de 2024

16° MEDITACIÓN DE CUARESMA

 JUEVES DE LA II SEMANA DE CUARESMA 

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS: 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:  

“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.  Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”  

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día. 

JUEVES DE LA II SEMANA DE CUARESMA. 

DE LOS FALSOS TESTIMONIOS CONTRA JESÚS. 

1.- Pero los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban algún falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte (1). Su principal intención era dar a Cristo la muerte, otra no incurrir con el pueblo en la nota de que Jesús; fuese muerto con un injusto juicio. Los que debían, pues, impedirlos, buscan falsos testimonios: Paliando las asechanzas con apariencias de tribunal, dice Víctor Antioqueno (2). ¡Cuántas cosas se palian con capa de virtud! ¿No haces tú lo mismo algunas veces? ¿Solo por ventura, contento con la apariencia de las cosas, cuidas menos de la sustancia? Correrase algún día el velo de tus obras, y aparecerán lo que son. 

2. Y no lo encontraron, habiendo concurrido muchos testigos falsos (3). ¡Oh, que inocente es la vida de mi Jesús! No sólo no encontraron delito unos hombres tan maliciosos en Cristo, pero ni sombra suya. Bien dijo Orígenes: Ni color se hallaba contra Jesús, que pudiese dar cuerpo a las mentiras. Tan limpia fue la vida de Jesús, y tan de Él todo irreprensible. ¡Oh, si tu vida fuese tal, que el falso acusador de los hermanos nada encontrase en ti que tuviese apariencia de pecado! Si ahora estuvieras para morir, ¿piensas si por ventura lo hallaría? 

 3. Y levantándose el príncipe de los sacerdotes, le dice: ¿No respondes algo a tantas cosas como éstos contra ti testifican (4)? Admírate del silencio de Jesús, que aún el mismo mal juez admiró. Inquiere la causa. ¿Por qué calláis, Jesús mío? 1º. No necesitan respuesta los cargos que por sí mismos se destruyen. Y no concordaban entre sí sus testimonios (5). Los cuales con las costumbres y la vida se refutan bastantemente. Repara aquí cuan fuerte defensa sea la bondad e inocencia de la vida. Por cierto en vano te excusas con palabras, cuando le acusan tus hechos. 2º. Satisface Cristo con su silencio por el hablar necio de Adán, que dio excusas de su pecado (6), dice san Jerónimo (7). Tú harás que omita cargos y reprensiones, si te excusas con la enmienda y excelentes obras de la vida. Así conseguirás, habiendo sido culpado, que te dé por inocente. 

(1) Matth.,26.  (2) In cap.14 Marc.  (3) Matth.,26.  (4) Ibid.  (5) Marc.,14.  (6) Gen.,3.  (7)In 14 Marc. 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS: 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS  EN SU PASIÓN. Santa Margarita María de Alacoque:

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme. 

  • Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí. 
  • Jesús, calumniado y perseguido. 
  • Jesús, abandonado de los hombres y tentado. 
  • Jesús, entregado y vendido a vil precio. 
  • Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente. 
  • Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia. 
  • Jesús, abofeteado y burlado. 
  • Jesús, arrastrado con la soga al cuello. 
  • Jesús, azotado hasta la sangre. 
  • Jesús, pospuesto a Barrabas. 
  • Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión. 
  • Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo. 
  • Jesús, triste hasta la muerte. 
  • Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones. 
  • Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres. 
  • Jesús, abrumado de toda clase de dolores. 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica. 

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