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viernes, 29 de septiembre de 2023

26° DÍA DE LA PREPARACIÓN A LA CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

SEGÚN EL MÉTODO DE SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONFORT


DÍA 26°

CONOCER A LA VIRGEN MARÍA PARA CONOCER A CRISTO.

Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, núms. 12-38  

Si queréis comprender a la Madre, dice un santo, comprended al Hijo, pues es una Madre digna de Dios: “Que aquí toda lengua enmudezca.” Para demostrar que la divina María ha estado desconocida hasta ahora, y que es una de las razones por las cuales Jesucristo no es conocido como debe serlo.  

Si, pues, como es cierto, el reino de Jesucristo ha de venir al mundo, no será sino consecuencia necesaria del conocimiento del Reino de la Santísima Virgen María, que le trajo al mundo la vez primera y le hará resplandecer en la segunda venida.  

Confieso con toda la Iglesia que no siendo María sino una pura criatura salida de las manos del Altísimo, comparada con la Majestad infinita, es menos que un átomo, o más bien es nada, puesto que sólo “Dios Es quien Es”, y, por consiguiente, confieso que este gran Señor, Ser soberano y absoluto, ni ha tenido ni ahora tiene necesidad alguna de la Santísima Virgen para hacer su voluntad santísima y para manifestar su gloria. Basta que Dios quiera, para que todo se haga. Digo, sin embargo, que, así y todo, habiendo querido Dios empezar y concluir sus más grandes obras por la Santísima Virgen desde que la formó, es de creer que no cambiará de conducta en el transcurso de los siglos, pues es Dios y no varía en sus sentimientos ni en su proceder.  

María es la Reina del cielo y de la tierra por la gracia, como Jesús es Rey por naturaleza y por la conquista; pues el reino de Jesucristo consiste principalmente en el corazón y en el interior del hombre, según estas palabras: “El reino de Dios está dentro de vosotros”, del mismo modo el reino de la Santísima Virgen está principalmente en el interior del hombre, es decir, en las almas, y en las almas es donde principalmente está más glorificada con su Hijo que en todas las criaturas visibles, y podemos llamarla con los santos, “Reina de los corazones”. 

Rezamos las oraciones del día de hoy: (Ave Maris Stella,  Oración a Ntra. Señora de san Luis M. G. de Monfort, Letanías al Espíritu Santo y Letanías a la Santísima Virgen María)

AVE MARIS STELLA:

https://www.verbumgloriae.es/project/ave-maris-stella/

Salve, estrella del mar, Santa Madre de Dios, y siempre Virgen, puerta dichosa del cielo.

2. Al escuchar el Ave de boca de Gabriel, ciméntanos en la paz, trocando el nombre de Eva.

3. Desata las cadenas a los pecadores, procura a los ciegos la luz, ahuyenta nuestros males, y alcánzanos todo bien.

4. Muestra que eres nuestra Madre, y Aquel que por nosotros quiso ser Hijo tuyo, reciba, por tu mediación, nuestras súplicas.

5. ¡Oh, Virgen sin igual, más pura que todas!, haznos, libres ya de las culpas, mansos y puros.

6. Haz que sea casta nuestra vida, prepáranos un camino seguro, para que, viendo a Jesús, gocemos contigo eternamente.

7. Alabanza sea dada a Dios Padre, gloria a Cristo Rey, y al Espíritu Santo, honor igual a los tres.

Amén.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE SAN LUIS MARIA GRIGNION DE MONTFORT  

¡Salve María, amadísima Hija del Eterno Padre; salve María, Madre admirable del Hijo; salve María, fidelísima Esposa del Espíritu Santo; salve María, mi amada Madre, mi amable Maestra, mi poderosa Soberana; salve gozo mío, gloria mía, mi corazón y mi alma! 

Sois toda mía por misericordia, y yo soy todo vuestro por justicia, pero todavía no lo soy bastante. De nuevo me entrego a Ti todo entero en calidad de eterno esclavo, sin reservar nada, ni para mí, ni para otros.  

Si algo ves en mí que todavía no sea tuyo, tómalo enseguida, te lo suplico, y hazte dueña absoluta de todos mis haberes para destruir y desarraigar y aniquilar en mí todo lo que desagrada a Dios y plantar y levantar y producir todo lo que os guste.  

La luz de tu fe disipe las tinieblas de mi espíritu; tu humildad profunda ocupe el lugar de mi orgullo; tu contemplación sublime detenga las distracciones de mi fantasía vagabunda; tu continua vista de Dios llene de su presencia mi memoria, el incendio de caridad de tu corazón abrase la tibieza y frialdad del mío; cedan el sitio a tus virtudes mis pecados; tus méritos sean delante de Dios mi adorno y suplemento. En fin, queridísima y amadísima Madre, haz, si es posible, que no tenga yo más espíritu que el tuyo para conocer a Jesucristo y entender sus divinas voluntades; que no tenga más alma que la tuya para alabar y glorificar al Señor; que no tenga más corazón que el tuyo para amar a Dios con amor puro y con amor ardiente como Tú.  

No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos, ni contentos, ni aun espirituales. Para Ti el ver claro, sin tinieblas; para Ti el gustar por entero sin amargura; para Ti el triunfar gloriosa a la diestra de tu Hijo, sin humillación; para Ti el mandar a los ángeles, hombres y demonios, con poder absoluto, sin resistencia, y el disponer, en fin, sin reserva alguna de todos los bienes de Dios.  

Ésta es, divina María, la mejor parte que se te ha concedido, y que jamás se te quitará, que es para mí grandísimo gozo. Para mí y mientras viva, no quiero otro sino el experimentar el que Tú tuviste: creer a secas, sin nada ver y gustar; sufrir con alegría, sin consuelo de las criaturas; morir a mí mismo, continuamente y sin descanso; trabajar mucho hasta la muerte por Ti, sin interés, como el más vil de los esclavos. La sola gracia, que por pura misericordia te pido, es que en todos los días y en todos los momentos de mi vida diga tres amén: amén - así sea -, a todo lo que hiciste en la tierra cuando vivías; amén, a todo lo que haces en el presente en el cielo; amén, a todo lo que obras en mi alma, para que en ella no haya nada más que Tú, para glorificar plenamente a Jesús en mí, ahora y en la eternidad. Amén.  

LETANÍAS AL ESPÍRITU SANTO:

Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.


Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas. ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que das testimonio de Cristo, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que sobreviene a María, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu del Señor que llena todo el orbe, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de Dios que habita en nosotros, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de sabiduría y de entendimiento , ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de consejo y de fortaleza, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de ciencia y de piedad, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de temor del Señor, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de gracia y de misericordia, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de humildad y de castidad, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de benignidad y de mansedumbre, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de multiforme gracia, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que escrutas los secretos de Dios, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu en el cual renacemos, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos, ilumínanos y santifícanos.

Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres, ilumínanos y santifícanos.

Sednos propicio, perdónanos,Señor.

Sednos propicio, escúchanos,Señor.

De todo mal, líbranos, Señor.

De todo pecado, líbranos, Señor.

De tentaciones e insidias del demonio, líbranos, Señor.

De la presunción y desesperación, líbranos, Señor.

De la resistencia a la verdad conocida, líbranos, Señor.

De la obstinación y de la impenitencia, líbranos, Señor.

De la impureza de la mente y del cuerpo, líbranos, Señor.

Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.

De todo espíritu del mal, líbranos, Señor.

Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo, te rogamos óyenos.

Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán, te rogamos óyenos.

Por Tu advenimiento sobre los discípulos, te rogamos óyenos.

En el día del juicio, nosotros pecadores, te rogamos óyenos.

Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por Él, te rogamos óyenos.

Para que recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos, te rogamos óyenos.

Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne, te rogamos óyenos.

A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne, te rogamos óyenos.

Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios, te rogamos óyenos.

Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, te rogamos óyenos.

Para que no creamos a todo espíritu, te rogamos óyenos.

Para que probemos a los espíritus si son de Dios, te rogamos óyenos.

Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud, te rogamos óyenos.

Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano, te rogamos óyenos.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.

Oración:
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

LETANÍAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo
ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Madre de Cristo, ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.

Madre de misericordia, ruega por nosotros.

Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.

Madre de esperanza, ruega por nosotros.

Madre purísima, ruega por nosotros.

Madre castísima, ruega por nosotros.

Madre siempre virgen, ruega por nosotros.

Madre inmaculada, ruega por nosotros.

Madre amable, ruega por nosotros.

Madre admirable, ruega por nosotros.

Madre del buen consejo, ruega por nosotros.

Madre del Creador, ruega por nosotros.

Madre del Salvador, ruega por nosotros.

Virgen prudentísima, ruega por nosotros.

Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.

Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.

Virgen poderosa, ruega por nosotros.

Virgen clemente, ruega por nosotros.

Virgen fiel, ruega por nosotros.

Espejo de justicia, ruega por nosotros.

Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.

Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Vaso espiritual, ruega por nosotros.

Vaso digno de honor, ruega por nosotros.

Vaso de insigne devoción, ruega por nosotros.

Rosa mística, ruega por nosotros.

Torre de David, ruega por nosotros.

Torre de marfil, ruega por nosotros.

Casa de oro, ruega por nosotros.

Arca de la Alianza, ruega por nosotros.

Puerta del cielo, ruega por nosotros.

Estrella de la mañana, ruega por nosotros.

Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.

Consuelo de los migrantes, ruega por nosotros.

Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.

Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.

Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Reina de los Profetas, ruega por nosotros.

Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.

Reina de los Mártires, ruega por nosotros.

Reina de los Confesores, ruega por nosotros.

Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.

Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.

Reina asunta a los Cielos, ruega por nosotros.

Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.

Reina de la familia, ruega por nosotros.

Reina de la paz. ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración: 
Te rogamos Señor, Dios nuestro, nos concedas gozar de salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos gozar las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Agrega el REZO DEL SANTO ROSARIO a tus oraciones a la hora que puedas. 

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