SEGÚN EL MÉTODO DE SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONFORT
PARTE 2.
CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO (DÍAS 13º AL 19º)
INTRODUCCIÓN A LA 2° PARTE
Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de nuestra propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio, realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros pecados; y debemos hacer esto con espíritu de piedad.
Durante este período, consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los pecados. Además, siendo La Verdadera Devoción una manera fácil, corta, segura y perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la imitación de Cristo, entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero ¿cómo conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo?
DÍA 13°
SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR
Lucas 11, 1-10
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”». Y les dijo: «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde: “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
Palabra del Señor.
Rezamos las oraciones del día de hoy: (Ave Maris Stella, Letanías al Espíritu Santo y Letanías a la Santísima Virgen María)
AVE MARIS STELLA:
https://www.verbumgloriae.es/project/ave-maris-stella/
Salve, estrella del mar, Santa Madre de Dios, y siempre Virgen, puerta dichosa del cielo.
2. Al escuchar el Ave de boca de Gabriel, ciméntanos en la paz, trocando el nombre de Eva.
3. Desata las cadenas a los pecadores, procura a los ciegos la luz, ahuyenta nuestros males, y alcánzanos todo bien.
4. Muestra que eres nuestra Madre, y Aquel que por nosotros quiso ser Hijo tuyo, reciba, por tu mediación, nuestras súplicas.
5. ¡Oh, Virgen sin igual, más pura que todas!, haznos, libres ya de las culpas, mansos y puros.
6. Haz que sea casta nuestra vida, prepáranos un camino seguro, para que, viendo a Jesús, gocemos contigo eternamente.
7. Alabanza sea dada a Dios Padre, gloria a Cristo Rey, y al Espíritu Santo, honor igual a los tres.
Amén.
LETANÍAS AL ESPÍRITU SANTO:
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas. ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que das testimonio de Cristo, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que sobreviene a María, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu del Señor que llena todo el orbe, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de Dios que habita en nosotros, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de sabiduría y de entendimiento , ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de consejo y de fortaleza, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de ciencia y de piedad, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de temor del Señor, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de gracia y de misericordia, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de humildad y de castidad, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de benignidad y de mansedumbre, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de multiforme gracia, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que escrutas los secretos de Dios, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu en el cual renacemos, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres, ilumínanos y santifícanos.
Sednos propicio, perdónanos,Señor.
Sednos propicio, escúchanos,Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De tentaciones e insidias del demonio, líbranos, Señor.
De la presunción y desesperación, líbranos, Señor.
De la resistencia a la verdad conocida, líbranos, Señor.
De la obstinación y de la impenitencia, líbranos, Señor.
De la impureza de la mente y del cuerpo, líbranos, Señor.
Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.
De todo espíritu del mal, líbranos, Señor.
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo, te rogamos óyenos.
Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán, te rogamos óyenos.
Por Tu advenimiento sobre los discípulos, te rogamos óyenos.
En el día del juicio, nosotros pecadores, te rogamos óyenos.
Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por Él, te rogamos óyenos.
Para que recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos, te rogamos óyenos.
Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne, te rogamos óyenos.
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne, te rogamos óyenos.
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios, te rogamos óyenos.
Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, te rogamos óyenos.
Para que no creamos a todo espíritu, te rogamos óyenos.
Para que probemos a los espíritus si son de Dios, te rogamos óyenos.
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud, te rogamos óyenos.
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano, te rogamos óyenos.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Oración:
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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